Paseando por las calles empedradas del Casco Antiguo de Plóvdiv, en el centro sur de Bulgaria, los vecinos y los visitantes de la segunda ciudad más grande de este país después de Sofía no se pierden visitar una de las tantas casas de estilo renacentista búlgaro construida en 1860 y que era propiedad de la familia del Dr. Stoyán Chomákov. Luego, a lo largo de los años fue residencia de verano del zar búlgaro Fernando, durante las guerras, orfanato, posteriormente, almacén de tabaco, y durante el socialismo, biblioteca. En 1984 la casa se convirtió en museo del magnífico pintor búlgaro Zlatyu Boyadzhíev.

Zlatyu Boyadzhíev nació el 22 de octubre de 1903, en la aldea de Brézovo, y pasó a mejor vida 72 años más tarde. Desde pequeño estaba acostumbrado a las labores del campo y el tema rural quedó reflejado en sus lienzos. Terminó sus estudios en la Academia de Artes de Sofía, y después se dedicó a la enseñanza en Plóvdiv.

El primer período de la obra del artista, de 1932 a 1951, se caracteriza por las búsquedas en el estilo clásico y neoclásico –dice Sevliyá Tódorova, directora de la Casa Museo de Zlatyu Boyadzhíev– . Participó en exposiciones colectivas y obtuvo valoraciones positivas de la crítica. En 1939, un viaje que realizó a Italia influyó en su obra. Allí conoció el arte pre-renacentista y renacentista. En el primer período, el artista utiliza la técnica iconográfica clásica, que se puede ver en su cuadro Díptico. En otros trabajos aplica la técnica expresiva y los cuadros del ciclo de Brézovo están influenciados por la pintura holandesa de los siglos XVI- XVII.

A medida que la gloria de Zlatyu Boyadzhíev iba creciendo, iban aumentando los encargos que recibía. Junto con las pinturas se dedicó al trabajo aplicado.

Mientras trabajaba en la decoración de la planta de fertilizantes nitrogenados en la ciudad de Dimitrovgrad, sufrió una sobretensión –prosigue Sevliyá Tódorova– . En 1951 Zlatyu Boyadzhíev padeció un derrame cerebral a causa del cual quedó paralizada la parte derecha de su cuerpo, perdió el habla y no podía leer los caracteres. Tenía entonces 48 años. Durante la batalla del pintor con la parálisis, invariablemente a su lado estuvo su esposa. Ella le ayudó a recuperarse mental y físicamente, empezar a hablar de nuevo, escribir signos y frases breves con la mano izquierda. Poco a poco, de los caracteres el artista pasó a los bocetos y de allí a la técnica del óleo.

En 1953 Zlatyu Boyadzhíev comenzó a pintar de nuevo paisajes de la antigua Plóvdiv. La directora de la Casa Museo señala:

El estilo del artista cambió de forma radical. Su mujer se dio cuenta de que utilizaba otra paleta de colores. Mientras en su primer período utilizaba combinaciones sofisticadas, en el segundo pasó a utilizar tonos cálidos, claros y luminosos, vemos una armonía cromática propia de los dibujos ingenuos de los niños. Cambió su estilística. En vez de la pintura tradicional, sin ningún trazo del pincel ni de una línea expresiva, aparece una discuntinuidad, una superposición de las capas de pintura que no son características del primer período clásico, sino más bien del Impresionismo moderno.

El artista Yoán Ievíev percibe la obra de Zlatyu Boyadzhíev de antes y después del derrame cerebral de forma distinta, ya que no se inclina a aceptar tal división de períodos: "Hay un único Zlatyu Boyadzhíev, tanto antes como después del derrame. Debido a que cambió la mano derecha por la izquierda, su arte se hizo más nervioso, más cercano al modo de pintar de Van Gogh. Pero si se fijan bien en sus cuadros, éstos contienen la misma carga espiritual que viene del campo, de la tierra.

De especial interés es el cuadro de Boyadzhíev titulado La masacre de Batak. El trabajo en este gran lienzo lleno de historias duró uno o dos años antes del derrame cerebral, y los retoques finales fueron añadidos después. En este lienzo dejó también sus trazos el pincel de otro gran pintor búlgaro: Borís Anguelúshev, amigo de Zlatyu Boyadzhíev. A entender el destino creativo y vital de Boyadzhíev y sus experiencias en la segunda mitad de su vida, ayuda otra obra del artista, Autorretrato.

Muy característica del segundo período de Zlatyu Boyadzhíev es su obra Autorretrato, en la que el artista parece contar el difícil camino creativo que tuvo que recorrer: de pintar de forma virtuosa con la mano derecha a la transición de expresarse con la izquierda –señala Sevliyá Tódorova– . En este autorretrato, pintado de frente, Zlatyu Boyadzhíev dibujó de forma diferente su mitad derecha y la izquierda. Con esto muestra que a pesar de las dificultades, el arte da fuerza e inspiración.