El 6 de septiembre, hace de ello 130 años, el pueblo de Bulgaria llevó a feliz término una de las obras más relevantes de su historia: la Reunificación del Norte y el Sur de Bulgaria. Aquel hecho se volvió posible 7 años después de la liberación del país del dominio otomano de cinco siglos, durante la Guerra Ruso-turca de 1877 a 1878, que culminaría con el triunfo de Rusia. En virtud del tratado de Paz de San Stefano en las fronteras del Estado búlgaro quedaron incluidas las tierras pobladas básicamente por búlgaros étnicos. Sin embargo, el Congreso de Berlín de las Grandes Potencias fragmentaría estas tierras. El territorio comprendido entre el río Danubio y la Cordillera de los Balcanes, junto con el distrito de Sofía llegó a constituirse como el principado de Bulgaria. Las tierras al sur de la cordillera balcánica, aunque contando con autonomía administrativa, siguieron bajo el poder político del sultán como la provincia de Rumelia Oriental, con Plovdiv por cabecera de la misma. Macedonia y la Tracia de la zona de Edirne fueron restituidas al imperio otomano.
“El siglo XIX es el siglo del dictado de las Grandes Potencias - señala entrevistado por Radio Bulgaria Stefan Shivachev, director del Museo provincial de Historia de Plovdiv -. Los congresos internacionales en París, Viena y, después en Berlín en 1878, trazaron el porvenir de Europa y del mundo en varias décadas posteriores. Por vez primera, en 1885 un pequeño pueblo, el de Bulgaria, se atrevió a oponerse al dictado de las Grandes Potencias. A pesar de que todos reconocían que el tratado de Berlín era infinitamente injusto hacia los búlgaros, nadie ponía mientes en que sus planteamientos pudieran ser alterados por la voluntad del pueblo búlgaro. Ni siquiera Rusia, como una Gran Potencia, se permitía el lujo de referirse manifiestamente a una Reunificación, o a una revisión de las resoluciones del Congreso de Berlín. No obstante, la Unión se produjo, el día 6 de septiembre de 1885, tras unos prolongados preparativos efectuados por revolucionarios veteranos de Bulgaria quienes fueron creando comités en todo el territorio de Rumelia Oriental. El príncipe búlgaro, Alejandro de Battenberg, estaba al tanto de aquellos preparativos y los militares estaban preparando sus planes para el, momento en que la reunificación se proclamaría”.
La Unión de Bulgaria sin embargo, tuvo que ser defendida, ya que Serbia agredió a Bulgaria. Así las tropas búlgaras del Principado y de Rumelia Oriental se trasladaron, en términos muy cortos, a la frontera entre Bulgaria y Serbia. La Reunificación ha sido un éxito porque, según lo expresara el destacado escritor y poeta búlgaro, Iván Vazov, fue una acción que se había efectuado previamente en las mentes y los corazones de todos los búlgaros.
“La Reunificación es posiblemente el primer acontecimiento en la historia de Bulgaria, desgraciadamente no repetido después, en el cual todos se mancomunan alrededor de una idea nacional obrando por su materialización - dice Stefan Shivachev -. Cuando el 6 de septiembre los revolucionarios secundados por unidades del ejército búlgaro y de las milicias de Rumelia Oriental proclamaron la Unión de país, pusieron su defensa y su destino posterior en manos del príncipe Alejandro, de la clase política búlgara, de los dirigentes del país: Stefan Stambolov, presidente de la Asamblea Nacional, de Petko Karavelov, primer ministro, de Ilia Tsanov, ministro de Exteriores. Así en los meses posteriores, todas las personalidades más encumbradas de Bulgaria formarían parte de las delegaciones enviadas al zar de Rusia, a los Gobiernos de todas las Grandes Potencias en Europa para popularizar y defender la causa búlgara”.
Mientras tanto, el ejército de Bulgaria, de experiencia modesta y mandado por oficiales con el rango de capitán, conseguía triunfar frente al ejército serbio existente desde hacía 50 años y mandado por generales.
“Tras la proclamación de la Reunificación, en los dos meses posteriores de las batallas en la Guerra serbo-búlgara, aquélla fue el acontecimiento principal para Europa - subraya Stefan Shivachev -. Era comentada en las primeras planas de la prensa europea y por todas las agencias telegráficas. Se trataba del primer caso en que los búlgaros irrumpían en la palestra europea como pueblo dotado con capacidades creativas y estadistas, y no sólo como pueblo masacrado en el levantamiento de Abril de 1876 y que se había sacrificado en las batallas de la Guerra ruso-turca de Liberación de Bulgaria”.
Ahora el Museo Provincial de Historia de Plovdiv ha montado en el Parlamento de Bulgaria una exposición dedicada al 130 aniversario de la Reunificación. Recoge testimonios de numerosos contemporáneos de aquella época, testigos oculares de los sucesos. En la exposición se puede ver la réplica de una obra monumental que recrea el Congreso de Berlín. Su autor es el ilustre pintor alemán, Anton Von Werner, quien había asistido a las sesiones del Congreso y durante un año trabajó en ese lienzo en que ha recreado el ambiente y los protagonistas de aquel congreso. El lienzo se encuentra hoy en día en el Ayuntamiento de Berlín. El recibimiento ofrecido al príncipe, Alejandro de Battenberg, por los habitantes de Plovdiv, el día 9de septiembre, se encuentra recreado en otra obra pictórica, la del italiano, Pietro Montani, arquitecto principal de Rumelia Oriental y pintor muy ducho. El artista ha recreado el ambiente de aquella época y ha pintado incluso un arco imaginario, que trasladó en alas de su fantasía desde París para montarlo en una de las plazas de Plovdiv. Por su parte, el artista del pincel austríaco, Franz Yaschke, recreó en lienzos la llegada del príncipe Alejandro y la proclamación de la Reunificación pintando en Viena sin trasladarse a Plovdiv. No obstante ello, sus obras son muy verídicas porque el artista se apoyaba en lo que veían en las páginas de la prensa. En la exposición se muestran, asimismo, fotos, algunas por primera vez como, por ejemplo, las de búlgaros, voluntarios de Macedonia. Fueron unas 400 personas que viajaron a Plovdiv para defender la Reunificación y participar en la Guerra serbo-búlgara.
“Queremos mostrar los rostros de las personas que en realidad han sido los autores de la reunificación, las caras de la gente que la prepararon, proclamaron y defendieron. Son, por igual, los revolucionarios, los políticos, los ministros, los diplomáticos. Pero también lo son los búlgaros de a pie, con sus trajes de campesinos, calzando sus alpargatas y empuñando rifles vetustos quienes, como voluntarios, se disponían a defender la causa de la Reunificación”.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fuentes de las fotografías: BTA, el Museo Provincial de Historia de Plovdiv, BGNES y Veneta Pavlova
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