La nueva temporada parlamentaria se inició con promesas de decisiones políticas cruciales y con algo que resultaba familiar. Antes del paréntesis de verano, pues, el “compromiso histórico” había colocado al Movimiento por Derechos y Libertades en la misma mesa de los gobernantes, y ahora, en la primera jornada plenaria el dirigente del mismo, Liutvi Mestán, le propuso directamente al primer ministro Borisov que revisara su fórmula de gobierno. El premier no se mostró tentado por la proposición y aclaró que las elecciones municipales permitirán un recuento conjunto de los votos a favor de GERB y del Bloque Reformista y así los resultados serán testimonio de la acertada o deficiente gestión del Gobierno.
“Independientemente de cual sea el partido que gane en las diferentes regiones, el resultado global debe ser tal que garantice, primero, estabilidad y, luego, demuestre que no tiene alternativa, lo que actualmente tenemos por gobierno. Siempre he asegurado que en una coalición no hay socios pequeños ni grandes porque nadie de nosotros es autosuficiente. Tenemos que actuar con mucho tino, con gran atención y mantenernos comedidos en lo que decimos”, expresó el primer ministro.
Veremos tras los comicios si la “fórmula política” evolucionará, pero esta expresión se ha transformado en una frase clave de quienes tienen ahora el poder y de quienes lo pretenden mucho.
“Abordamos un período que nos mostrará hasta qué punto es productiva la fórmula de gestión, quién trabaja a favor de las reformas y quién se les opone - señaló Tsvetan Tsvetanov, presidente del grupo parlamentario del partido GERB -. Ya es hora de poder distinguir entre las baratas manifestaciones populistas en solitario de algunos políticos ante un enjambre de micrófonos y cámaras, y el comportamiento políticamente responsable de quienes eligen el camino arduo de una implementación gradual pero indeclinable de una legislación moderna y operativa”.
“Mientras la competición política siga siendo una carrera por conseguir pedazos del pastel y puestos de trabajo inmerecidos, no dejará de parecer como una rivalidad feroz”, comentó Radán Kanev, copresidente del grupo parlamentario del Bloque Reformista y reclamó más moral en la política.
“Sigue en pie la pregunta de si los políticos búlgaros somos capaces de combinar la política de negociaciones y de compromisos con la política ética. La respuesta es que sí, podemos siempre y cuando retrocedamos a nuestras raíces, retomemos la ancestral idea cristiana sobre la moral de la responsabilidad pública”.
“No hay manera de que logre esta fórmula del poder”, destacó convencido Liutvi Mestán, líder del Movimiento por Derechos y Libertades. La nueva fórmula para este partido está clara y es borrar del gobierno al Frente Patriótico: “Para contar con un gobierno tanto de la estabilidad como del desarrollo es indispensable un perfil del poder claro europeo y euroatlántico, depurado de mezclas ultranacionalistas, extorsionistas, entre otras mezclas retrógradas .En cuanto a nuestro partido, seguiremos desarrollándonos como un partido moderno, liberal, responsable y creativo - cuando forme parte del poder - y responsable y constructivo, cuando forme parte de la oposición”.
Por tradición, los militantes del Frente Patriótico continuaron en su estilo propio la puja sobre quién expulsará a quién del poder.
“Apartar al partido de los turcos étnicos de todas las posiciones del poder continúan siendo el objetivo más importante del Frente Patriótico, ya que todos estamos conscientes de que la división y la contraposición en el seno de la sociedad búlgara, a partir de un indicador étnico, es el peligro más grave para el Estado”, manifestó Valeri Simeonov, copresidente del Frente Patriótico.
Los militantes del partido GERB y del Bloque Reformista acordaron prioridades parlamentarias comunes.
“En primer lugar, se trata de votar los cambios en la Constitución en esta temporada parlamentaria, y hacerlo en diálogo con los partidos opositores”, dijo Radán Kanev. Habrá que votar la legislación anticorrupción, las leyes procesales y la Ley del Poder Judicial, que depende de la aprobación exitosa de las enmiendas constitucionales”.
Posteriormente, trascendió que los cambios constitucionales se posponían para después de las elecciones, después de que en una reunión de la comisión especial, los representantes del partido ABV retiraron sorpresivamente su apoyo hasta que se pronunciara el Tribunal Constitucional.
Por tradición en la primera jornada plenaria de la nueva sesión, los partidos representados ante el Parlamento fueron esbozando sus prioridades. Los representantes del partido más importante, el GERB, colocaron en primer lugar la materialización de la reforma de Justicia y el apoyo al modelo de la Sanidad capaz de ofrecer acceso paritario de la gente a una asistencia médica de calidad y de previsibilidad financiera. Desde la oposición, en la persona del Partido Socialista Búlgaro, manifestaron que se mantendrán sumamente insistentes en los temas de la política social, la crisis demográfica, el sector energético. Desde el movimiento por Derechos y Libertades insistieron en la integración de la comunidad romaní. Los representantes del Frente Patriótico calificaron de reto ante Bulgaria la enorme oleada de refugiados, y desde el ABV expresaron que trabajarán en un espíritu constructivo y en diálogo. Sobre el Centro Democrático Búlgaro y el partido Ataka, ha quedado claro que siguen como formaciones opositoras.
Versión en español por Mijail Mijailov
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