La policía de Macedonia desplegó estos últimos días  una operación antiterrorista de envergadura en varias ciudades a raíz de la cual se produjo la detención de 9 personas sospechadas de tener contactos con la organización radical estado Islámico. La mayoría de las personas arrestadas había regresado recientement5e  de Siria, se buscan  otra treintena de personas y de otras 20 se  sabe que  actualmente siguen combatiendo contra el régimen sirio. Recientemente a raíz de semejante operación policial la policía macedonia sufrió bajas, y la frecuencia con que estas acciones se producen en el vecino país del oeste motivan  graves  temores entre los búlgaros. No sólo porque en Bulgaria también se hacen tales operaciones, aunque no de tanta envergadura y resolución, contra el islán radical. Tanto en Macedonia como en Bulgaria son objetivo del interés y la actuación policiales elementos de los que se están distanciando las direcciones oficiales de  los musulmanes pero tal distanciamiento no es óbice para que estos elementos se atengan a instrucciones de imames impartidas en mezquitas del islán tradicional. Ahora las autoridades en Skopje sospechan que en la mezquita de esa ciudad Tutunsuz y en varias casas  de particulares se hayan producido incluso cursos de formación militar. Todas las personas detenidas en la operación en Skopje son ciudadanos macedonios y para su penetración en Bulgaria no existiría ningún impedimento formal dado el régimen sin visados entre los dos países. Llama la atención que las acciones de las autoridades macedonias son mucho más enérgicas que las de las búlgaras. Probablemente no sólo porque en el vecino país hay existencia comprobada de yihadistas que han participado en combates en siria sino también porque en Macedonia semejantes actos se encuentran incriminados por ley  y están sujetos a sanciones de reclusión penitenciaria. Es cierto que de momento en Bulgaria no han sido detectados yihadistas que hayan participado en hostilidades. Pero recientemente fue  arrestado un simpatizante de esta organización terrorista que había formado parte de un grupo de hackers relacionado con ella. Seguramente descubrir en Bulgaria también combatientes del Estado Islámico es sólo cuestión de tiempo. Posiblemente esto habría tenido en cuenta el político búlgaro Krasimir Karakachanov al manifestar que lo que ocurre en Macedonia entraña amenazas también para Bulgaria. El Estado islámico puede que ya haya penetrado en su territorio, y el atentado hace unos  años en Burgás mostrado que Bulgaria es presa fácil para ataques terroristas.

Versión en español por Mijail Mijailov