10 de noviembre de 1989. Para los búlgaros de a pie este día comenzó como cualquier otro. Sin embargo, a las 6:00 PM, cuando en el aire de Radio Nacional de Bulgaria se escucharon palabras de agradecimiento a Tódor Zhívkov, mandatario del país durante 35 años, y se informó que sería sustituido en el cargo de Secretario General del Comité Central del Partido Comunista Búlgaro (PCB) por Pétar Mladénov, en aquel entonces ministro del Exterior, esta fecha adquirió un significado diferente.
“Compañeras y compañeros, sinceramente les doy las gracias por la altísima confianza que depositan en mí eligiéndome Secretario General del Comité Central de nuestro Partido. Me rindo cuenta de cuán grandes son las obligaciones y las responsabilidades puestas en mí y quiero asegurarles que no escatimaré esfuerzos para justificar esta confianza. Permítanme, en nombre del Comité Central del Buró Político y también en mi propio nombre, agradecer al compañero Tódor Zhívkov el largo y fiel servicio a la causa del Partido y de la Revolución. Sus méritos durante los años de la resistencia y la lucha contra el fascismo son bien conocidos. Después de la victoria, como primer líder del Partido a lo largo de más de tres décadas desplegó una actividad de escala considerable para realizar las transformaciones socialistas en el país. Por todo ello, al despedir al compañero Zhivkov que se retira en merecido descanso, le damos las gracias de todo corazón y le deseamos largos años de salud, mucha energía y actividad creativa”.
Pétar Mladénov pronuncia estas palabras de agradecimiento en el Pleno del Comité Central del PCB en el que Tódor Zhívkov dimitió, oficialmente por motivos de salud y edad.
A pesar de que se trataba de un evento partidista, la gente pensante en Bulgaria se dio cuenta de que comenzaba algo nuevo y radicalmente diferente. No obstante el telón de la información, la mayoría ya se había enterado que el día anterior, 9 de noviembre, Günter Schabowski, secretario de información del Partido Socialista Unificado de Alemania, PSUA (la principal formación política de la entonces República Democrática Alemana, RDA), había anunciado los cambios que facilitarían a cada ciudadano de la Alemania del Este a conseguir un pasaporte que le permitiría salir del país y viajar por el mundo. Horas más tarde, el Muro de Berlín caía.
Después del inicio de la Presestroyka (reconstrucción) y ante la negación de Mijaíl Gorbachov, el último presidente de la Unión Soviética, de apoyar las economías de los países del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), el propio Tódor Zhívkov decía en repetidas ocasiones que el sistema reinante en aquel momento no conseguía cumplir con las necesidades del cambio de la sociedad y anunciaba un nuevo comienzo democrático en la gestión de Bulgaria y un nuevo marco económico. Sin embargo, el derrumbe del sistema socialista ya era un hecho y avanzaba con ritmos impredecibles. En octubre, los alemanes orientales ocuparon las embajadas de la República Federal Alemana en Hungría, la República Checa y Polonia pidiendo asilo, mientras que Austria abría sus frontera. El 18 de octubre de 1989, en Berlín, en un Pleno del PSUA dimitía su secretario general, Erich Honecker.
Por encargo de Gorbachov, el entonces embajador soviético en Bulgaria, Víctor Sharápov, solicitaba una reunión con Tódor Zhívkov en la que éste le decía, confuso, que hacía tiempo que estaba considerando retirarse. Unos diez días más tarde, en otra reunión con Zhívkov, Sharápov le informaba que: “La dirigencia soviética comprende su decisión de renunciar y me encargó decirle que la suya es una actitud muy sabia”. La decisión ya no era de Zhívkov sino había sido tomada en el Kremlin.
Enterándose de que la renuncia de Tódor Zhivkov había sido aceptada, los movimientos informales organizaron el 18 de noviembre de 1989 su primer mitin. En él participaron personalidades emblemáticas como Zhelyu Zhélev, fallecido a inicios de 2015, que se convertiría en el primer presidente de Bulgaria (1990–1997) electo democráticamente, Pétar Berón, la poetisa Blaga Dimitrova (vicepresidenta de Bulgaria en el período 1992–1993), entre otros. Más tarde ellos estarían entre los fundadores de la Unión de Fuerzas Democráticas.
En el mitin Blaga Dimitrova dijo ante la concurrencia: “¡Hermanas y hermanos, enhorabuena con la nueva Pascua búlgara! Tres décadas de la vida de nuestra patria pasaron en la servidumbre feudal. Bulgaria fue conocida una vez por el mundo con el nombre del País de las Rosas, y el monopolio de la autocracia la convirtió en un país de la esclerosis. ¿Qué hicieron de nuestras vidas los vasallos privilegiados? Las convirtieron en un aburrimiento gris, en trabajo infeliz, en silencio, en miedo y apatía. Los ineptos ocupan el cargo de los competentes, el vil adulador persigue a la persona honesta hasta destruirla, el tonto organiza a sus semejantes para silenciar la voz de la razón y del talento. Nadie, salvo contadas excepciones, está en el lugar que le corresponde”.
El renombrado escritor satirista Radoy Ralin también estaba entre los intervinientes en el mitin.
“Compatriotas sufridos y no realizados, tres generaciones tachadas, todos nosotros estamos aplastados por el régimen de la plutocracia –dijo– . Veo una pancarta que reza “Muerte a la burguesía roja”. No eran burguesía roja, porque la burguesía se convirtió en clase trabajando y produciendo, porque la burguesía no se beneficiaba del poder sino que el poder se beneficiaba de los impuestos que cobraba de fuera. Y la plutocracia roja era el poder de los que se enriquesieron del poder; era esta minoría parasitaria que quería gobernarnos de por vida y que redujo al ser humano a la condición de animal. Todos ustedes lo saben muy bien. Por eso, ojalá el 10 de noviembre sea el día de la nueva liberación de Bulgaria. Ojalá también que no se quede sólo en una iniciativa romántica, en una intención heroica”.
Los más de 150 mil participantes en el mitin del 18 de noviembre de 1989 reclamaron cambios legislativos y la eliminación del artículo 1 de la Constitución que concedía poder absoluto al PCB. Esto podía haber ocurrido el 14 de diciembre de aquel mismo año pero el PC no lo hizo alegando como justificación la falta de tiempo suficiente y de preparación. El artículo 1 fue derogado el 15 de enero de 1990 y se iniciaron las primeras reformas económicas. No obstante, como fecha inicial de la transición de Bulgaria a la democracia y la economía de mercado se considera el 10 de noviembre de 1989.
Versión en español por Daniela Radíchkova
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