Continúa la serie de sanciones entre occidente y Rusia. A instancias de la UE estos días Moscú envió a varias embajadas europeas una lista con los nombres de 89 personas de 19 países a las cuales el acceso a Rusia está restringido, ya que han criticado la política rusa. El hecho de que la lista ha sido secreta y no contiene solamente los nombres de personas que criticaron la política rusa contra Ucrania inicialmente despertó dudas de que se trataba de una reacción a las sanciones europeas contra políticos y empresarios rusos que tenían una actitud contra la crisis en Ucrania.

Una alta fuente del Ministerio de Exteriores de Rusia disipó las dudas con rapidez manifestando que la lista negra como fue denominada en los países de la UE es una respuesta exclusiva a las sanciones europeas contra Rusia. Como podía esperarse, si bien modestamente Bulgaria también está presente en la lista. En ésta figura el nombre de su ex embajador en Moscú, Iliyan Vasilev, 2000-2006 pero no en su calidad de ex embajador, sino como director de una compañía de consultas. 

A juicio de Vasilev, su nombre figura en la lista a causa de las discrepancias con las posturas de Moscú en lo referente a importantes proyectos vinculados con los suministros de gas y energía nuclear.

La verdad es que es difícil concebir la inclusión de Iliyan Vasilev en la lista como una sanción contra Bulgaria. A causa de las sanciones europeas contra Rusia el año pasado Bulgaria no permitió el acceso en su territorio al presidente de la Duma rusa, Segrei Narishkin, a pesar de que se trataba de una visita oficialmente acordada. El entonces homólogo búlgaro de Narishkin, el presidente de la Asamblea Nacional, Mijail MIkov, expresó su desacuerdo con la prohibición de la visita pero el Ministerio de Exteriores justificó su decisión citando las sanciones restrictivas impuestas por la UE. 

Ahora el Ministerio manifiesta que conjuntamente con el resto de los socios de la UE buscará aclaraciones sobre cada caso individual de un ciudadano europeo, y del caso de Iliyan Vasilev, en concreto. Y tal vez no solo para él ya que como se sabe las listas restrictivas por lo general no son definitivas y pueden ser modificadas. Por ejemplo, la europea fue ampliada por la UE en febrero del presente. Los búlgaros que tienen el acceso restringido a Rusia pueden resultar más. 

La parte rusa recomienda que antes de viajar los ciudadanos de países que implementaron restricciones analógicas contra Rusia se dirijan a sus consulados para averiguar si son objeto de restricción. Los búlgaros que criticaron o que critican a Rusia son más que uno y son de niveles más altos que el de Vasilev. 

Hace tiempo Moscú respondió con sanciones económicas a las restricciones europeas de acceso de ciudadanos rusos. Bulgaria resultó perjudicada por las restricciones de importación de alimentos del occidente en Rusia. Ahora es interesante ver si la UE responderá con sanciones económicas a las restricciones políticas impuestas por Moscú. Algunos de los observadores no excluyen restricciones de las importaciones de petróleo ruso. Suceda lo que suceda ya está claro que pasó el tiempo de las relaciones privilegiadas entre Bulgaria y Rusia y en el intercambio de sanciones Sofía participará como miembro de las comunidades transnacionales que están discutiendo con Moscú. 

Versión en español por Hristina Taseva