En cuatro meses en los Presupuestos de Bulgaria se acumuló un superávit de más de 500 millones de EUR, una cantidad bastante impresionante teniendo en cuenta que para todo el año se espera que los ingresos públicos asciendan a 14 mil millones de EUR. Si en las arcas del Estado sigue entrando tanto dinero, al final del año, en lugar del déficit previsto del 3 %, la balanza de las finanzas públicas será positiva, con un plus de 1.500 millones de EUR y no será necesario extraer nuevos préstamos para los gastos previstos. En el momento en que el Ministerio de Finanzas alardeaba de estos resultados positivos, el Instituto de Economía de Mercado anunció que los búlgaros ya están libres de impuestos, es decir, que ya han pagado todos los impuestos para el año en curso y que de aquí en adelante trabajarán sólo para sí mismos. Estas dos noticias deberían inspirar coraje y optimismo en los búlgaros si, entre tanto, los sindicatos no hubieran informado que, según ellos, casi la mitad de los 7 millones 200 mil búlgaros viven con medios que no superan el salario mínimo, que es de 185 EUR al mes. A finales del primer trimestre de 2015, la cuantía de los medios necesarios para asegurar la vida fue de 290 EUR por persona, recordó en este contexto la Confederación de Sindicatos Independientes en Bulgaria. De estos cálculos se desprende que faltan 100 EUR para una vida decente y que la mayoría de los búlgaros viven bajo los estándares considerados generalmente normales y aceptables.

Los números se hacen más comprensibles al explicar lo que realmente hay detrás de ellos. Las finanzas florecientes del Estado no se deben ni a impuestos nuevos o más altos, ni al auge del negocio y el consumo, y menos aún al mejoramiento significativo de la recaudación de los impuestos estatales; son simplemente resultado de la restitución, por parte de Bruselas, de los gastos realizados por el Gobierno búlgaro en proyectos europeos en el país. En la práctica no se trata de ingresos adicionales sino de reembolso. Es poco probable que semejante acumulación de subsidios no pagados pero aprobados por la CE se repita hasta el final del año, de modo que este rayo de luz es sólo un destello momentáneo sin mucha perspectiva.

En principio, la libertad de impuestos es algo bueno y el hecho de no tener deudas con el Estado motiva para esforzarse más en ganar dinero y disfrutar de los frutos del trabajo y el negocio. Sin embargo, sabiendo que el salario promedio más alto en Bulgaria gira alrededor de los 420 EUR mensuales y que no todos pueden aspirar a este límite generalmente admitido, resulta que la libertad de impuestos está lejos de los sueños de prosperidad y solvencia.

El que la mayoría de los búlgaros viven en privaciones materiales significativas, en realidad no es noticia que cause sorpresa. Por el contrario, los hechos que demuestran que son los europeos más pobres son innumerables. Basta con recordar una única conclusión de un estudio del citado Instituto de Economía de Mercado, según el cual una quinta parte de la población está en riesgo de pobreza y uno de cada diez búlgaros está en riesgo de pobreza extrema. Por lo tanto el Gobierno no tiene ningún motivo de esperar alabanzas ni elogios, sino que debe redoblar sus esfuerzos para mejorar el nivel de vida de los búlgaros y aproximar su nivel de vida a los niveles medios para Europa.

Versión en español por Daniela Radíchkova