San Jorge el Victorioso es uno de los santos más venerados de Bulgaria. Cuenta la leyenda que nació en el siglo III en el seno de una familia cristiana. Era famoso por su inteligencia, su valor y su fuerza. Mientras hacía el servicio militar se convirtió en uno de los favoritos del emperador Diocleciano, pero al comenzar las persecuciones contra los cristianos, distribuyó sus bienes a los pobres y se declaró cristiano ante el emperador. Jorge fue detenido y torturado, pero soportó la tortura y se negó a renunciar a su fe, por lo que fue condenado a muerte. San Jorge es el patrón de los soldados, agricultores y criadores, y su fiesta se celebra el 6 de mayo.

En la tradición ortodoxa hay dos tipos de imágenes de San Jorge: en unas muestra su rostro, mientras que en otras aparece montando un caballo blanco, matando al dragón. Pero en la iglesia "San Jorge Victorioso", en el Monasterio de Kremikovtsi, cerca de Sofía, se pueden ver tres frescos únicos que difieren de los cánones de la iconografía. La restauración de los frescos, datados de los siglos XV, XVI y XVII, duró casi 13 años. Gracias a la magnífica obra del arquitecto Stoyan Yanev y los equipos de Luba Kraskova y Zamfir Petrov, hoy en día estos murales se pueden ver en todo su esplendor.

“Se han restaurado  tal y como los han hallado los restauradores - dice el pintor de iconos Kristian Spiridonov. - Se ha detenido su deterioro y se ha procedido a su conservación. Los frescos son muy hermosos, realizados por auténticos maestros, no por cualquiera”.

Las diferencias en estilos y métodos de trabajo demuestran que los murales se pintaron en épocas distintas. Las figuras de santos destacan vívidamente sobre el fondo oscuro. Justo enfrente de la puerta de entrada, una imagen de San Jorge a caballo da la bienvenida. Y si uno se fija bien se ve que a su lado, en la silla, hay un niño. En realidad el mural recrea uno de los milagros realizados por el santo en tierras búlgaras.

“Ese niño fue secuestrado por los invasores y vendido como esclavo para servir en la mesa de un famoso noble. Los padres rezaron a San Jorge para recuperar su hijo. El santo escuchó sus súplicas, se llevó al niño,  junto con la jarra de vino que aún se conserva, y se lo devolvió a sus padres”, dice Kristian Spiridonov.

Es interesante y muy atípica la pose de San Jorge matando al dragón. Tradicionalmente se representa al santo sosteniendo la lanza en lo alto y golpeando hacia abajo. En este mural, sin embargo, asesta el golpe con la lanza recta, sosteniéndola bajo la axila. Esta es la postura de ataque más común en los caballeros occidentales, y es una de las pocas de esas imágenes en los Balcanes.

La segunda imagen de San Jorge se encuentra en uno de los nichos de la iglesia de Kremikovtsi. “Este es un icono muy hermoso, el rostro está pintado de una forma muy realista, y en comparación con la otra imagen está muy bien conservado. Por lo general, San Jorge mira hacia la derecha"- continúa el pintor de iconos. En el mural, sin embargo, el jinete está mirando hacia la izquierda y con la cara hacia nosotros da un golpe con su mano derecha. También impresionan la armadura y la espada, que son casi imposibles de ver en las imágenes de San Jorge. Aunque, según la leyenda, después de atravesar al dragón con su lanza le cortó la cabeza, precisamente con la espada. El jinete también sostiene un escudo, aunque rara vez se le representa con este atributo en los murales. Toda la composición es atípica, especialmente la posición del dragón, que no está en primer plano, al lado del jinete, sino detrás del caballo. En el arte ortodoxo es raro encontrar santos entronizados. En la iglesia del Monasterio de Kremikovtsi, sin embargo, hay un fresco de San Jorge en un trono que es único. El santo viste uniforme militar sobre un fondo de oro. En su mano derecha sostiene una lanza y en la izquierda una espada vuelta hacia arriba, con los pies sobre un dragón muerto.

“Es muy excepcional ver a San Jorge en un trono. Alrededor de la imagen central se muestran escenas de su vida, incluyendo su martirio por no renunciar a su fe. Pero él soportó todas las torturas”- dijo para concluir el pintor de iconos Kristian Spiridonov.

Debido a sus preciosos y valiosos frescos, la iglesia de “San Jorge Victorioso” en el Monasterio de Kremikovtsi ha sido declarada monumento cultural.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Desislava Ivanova y Krasimir Kamenov