El año 1981 se recordará con la exclusiva por su envergadura y coste financiero empresa que emprendió Bulgaria para presentarse ante el mundo de una manera que hoy denominaríamos promoción nacional. Con motivo del 1300 aniversario de la creación del Estado búlgaro Bulgaria organizó una ambiciosa celebración con un nutrido programa de acontecimientos en el país y en el extranjero. Fue terminada la restauración de la fortaleza de Tsarevets en Veliko Tarnovo, el director Valo Radev creó el espectáculo vanguardista para entonces “Luz y Sonido” que sigue atrayendo a turistas a la antigua capital búlgara hasta hoy. Fueron erigidos monumentos en diferentes ciudades, el mismo año en la capital fue inaugurado el edificio del Palacio Nacional de Cultura que sigue siendo el instituto cultural más importante de Bulgaria.

Emil Alexandrov, suplente de Ludmila Zhivkova en el Comité de Cultura y miembro del círculo interno de expertos que crearon el concepto de las fiestas con motivo del aniversario evoca los acontecimientos en su libro “Cultura y poder privado”: “La celebración principal tuvo lugar en el Palacio Nacional de Cultura el 20 de octubre de 1981. Nuestras intenciones eran realmente ambiciosas. Lo principal fue que cada búlgaro y cada institución aportaran su granito de arena a la mejora del sector en que trabajaban o en el lugar donde vivían. En este sentido, la celebración no se concebía como un acto solemne, sino como un proceso de varios años de duración que se tradujera en cambios positivos en la vida económica, cultural, política y social de Bulgaria”. El fondo sonoro de Radio Nacional de Bulgaria guarda una grabación del discurso de Todor Zhivkov del 20 de octubre de 1981 en que el líder comunista expresa su orgullo de la larga historia búlgara.

“Compañeros y compañeras, la grandeza intransigente de nuestros ancestros radica en el hecho de que el Estado búlgaro, a diferencia de otros países del Viejo continente de aquel entonces, se construyó sobre el principio del poder del pueblo como un Estado de un pueblo, los búlgaros. El Estado apareció sobre la base de tres principales componentes étnicas: protobúlgaros, eslavos y tracios que formaron una nacionalidad: la búlgara. Bulgaria fue el primer estado eslavo que abrió la puerta a las nuevas ideas espirituales y políticas ante el multitudinario mundo eslavo, le ayudó a sumarse a la civilización de aquel entonces y le dio un impulso para encabezarla. Han merecido una gloria eterna los grandes líderes del Estado búlgaro que crearon el estado centralizado: los kanes Asparuj, Krum y Omurtag, el príncipe Boris I, los zares Simeón, Samuil, Asen y Petar, Kaloyan e Iván Asen II. La tierra búlgara fue un centro de grandes culturas antiguas que ejercieron su impacto con el que el pueblo búlgaro logró enriquecer su cultura. Hay, sin embargo, una obra de nuestro pasado que en gran medida explica la resistencia nacional de los búlgaros. Es la obra de los geniales hermanos, los santos Cirilo y Metodio, creadores del alfabeto eslavo y de sus alumnos”.

Un día antes, el 19 de octubre, tuvo lugar el estreno de la primer superproducción búlgara al estilo hollywoodiense, “Kan Asparuj”, del director Liudmil Staikov, basada en el guion de Vera Mutafchieva. El rodaje duró 11 meses, participaron nada menos que 60 mil comparsas. Hasta hoy en día “Kan Asparuj” sigue siendo la película más ambiciosa del cine búlgaro que se granjeó el interés del público en los EEUU.

En plan social, la organización y la celebración del 1300 aniversario de la creación del Estado búlgaro es uno de los indiscutibles logros del a historia más reciente de Bulgaria. En plan personal, sin embargo, se relaciona con la destrucción de destinos humanos. El 21 de julio de 1981 murió Ludmila Zhivkova en circunstancias poco claras que hasta hoy en día insinúan teorías de la conspiración. En los años siguientes sus adeptos Zhivko Popov, ministro de Exteriores y Emil Alexandrov, unos de los ideólogos de la ambiciosa celebración, fueron involucrados en procesos de gran repercusión mediática y fueron encarcelados.