En Sofía tuvo lugar el esterno de la película documental televisada Amor helado. La cinta está dedicada a la bella Antártida y al catedrático Hristo Pimpirev que lleva más de un cuarto de siglo explorando el continente.


El catedrático Pimpirev es uno de los pioneros del programa antártico búlgaro, fundador, presidente del Instituto Antártico Búlgaro y director del Centro Nacional para Estudios Polares. El famoso geólogo representa a Bulgaria en el Comité Internacional Científico para Estudios Antárticos y en las sesiones consultivas del Tratado Antártico. Además, es el primer búlgaro que ondeó la bandera búlgara en el Polo Sur. Llevan su nombre un glaciar y una costa en la isla de Livingstone.

¿Cómo se apoderó de Ud. este amor helado que no le ha abandonado durante tantos años?

Es una larga historia. En general cada amor comienza por un flechazo y en mi caso yo escogí a Antártida hojeando el atlas cuando era niño. Me gustaba la geografía y me enteré de la existencia de un continente lejano, helado, blanco, el último que fue descubierto y el más frío. Mi primera expedición allí tuvo lugar en 1987. Allí entré en contacto con una belleza virgen, con un mundo vegetal y animal intacto, algo que ha desaparecido en el resto de los continentes. Allí uno se siente como si fuera en otro planeta. Así me enamoré de Antártida y regreso año tras año. Muchos de mis colegas con quienes trabajo en la base polar San Clemente de Ojrid están enamorados del continente y por esto no dejamos de volver. No es casual que los ingleses que lo descubrieron a principios del siglo XIX lo denominaron “la amante blanca” que se apodera de uno para toda la vida.

¿Qué es lo que revelan las investigaciones en la Antártida?



Antártida es un continente más grande de Europa y de Austalia. Posee enormes recursos naturales tanto renovables como irrenovables como por ejemplo los recursos minerales. Allí proliferan los yacimientos de petróleo y gas. Hay grandes reservas de cobre, oro, plata, hierro, hulla. Sin duda en el futuro la humanidad se verá obligada a utilizar los recursos de Antártida para su progreso. Estudiando las rocas podemos definir cuáles son los recursos minerales en los alrededores de nuestra base. Los geólogos búlgaros hemos valorado cuáles son los metales que existen allí. De este modo en el futuro cuando se decida que estos recursos se exploten Bulgaria tendrá una aportación muy significativa a su estudio. Afortunadamente hasta el año 2040 existe una moratoria sobre la explotación de estos recursos. Al menos en los próximos 25 años la contaminación no amenaza al continente. Después se revisarán las condiciones para su explotación y si hay tecnologías que no producen deshechos es muy probable que comiencen a utilizarse.

¿Hasta qué grado es importante para Bulgaria la presencia en el Continente Helado?


Tal vez Bulgaria no estaría en el continente helado si no tuvieramos la base y si no hiciéramos estudios científicos allí. Seríamos como Eslovaquia y Eslovenia  que no recibirán un pedazo de la tarta cuando Antártida comience a pagar lo debido a quienes han vivido allí en condiciones difíciles, sin ver a sus familias durante meses y privados del calor del hogar para que Bulgaria esté presente allí.

¿Tiene Ud. un lugar favorito en la Antártida?

Desde luego, cuando uno vive largo tiemo en un lugar determinado tiene algún sitio donde le gusta estar solo, contemplar el mar y los pinguinos. Uno de estos lugares para todos los científicos búlgaros, y no solo búlgaros, es la capilla ortodoxa San Juan de Rila donde acudimos los días de las fiestas religiosas. Quienes sienten la necesidad de estar solos también van allí. Cada uno tiene un lugar que le agrada en la Antártida. Al final de la playa búlgara se formó una bahía nueva después de que el glacial se derritió. Voy allí con gran placer siempre cuando puedo para observar los bloques de hielo que se desplman en las aguas cristalinas.



Añadiremos que la cinta agradará a los aficinados de la naturaleza y los viajes. Además, versa sobre la vida en la estación polar búlgara, sus proyectos científicos y los cambios globales en el clima. Directora de la cinta ese Ema Konstantinova, opredador Rumen Vasilev y productor Georgi Toshev.

Versión al español de Hristina Taseva

Fotos: Instituto Antártico Búlgaro