Sirma Dobreva, conocida más como "la mujer de goma", es una de las mejores actrices de varieté del mundo. El público búlgaro la conoce de sus espectáculos “Aro Aéreo”, “Rusalka” y “Caja Fuerte”. Precisamente con ese espectáculo la artista ganó el premio Ikar (Ícaro) al mejor artista de varieté. Pero hoy no vamos a hablar de sus logros, sino de su decisión de centrarse en la gestión y en su agencia que asegura contratos a artistas búlgaros en Malasia, Bahrein, Omán, Hong Kong y Macao entre otros.

“Con mis actuaciones en solitario he dado la vuelta al mundo. En un momento decidí establecerme en Bulgaria, viajar menos porque ya tengo un niño, y hacer algo útil para mí misma y para los demás. Durante muchos años he trabajado para tener buena imagen y en el extranjero confían en mí. En Bulgaria hay muchos jóvenes con talento que necesitan realizarse profesionalmente”.

De esta manera, Sirma Dobreva se convirtió en fundadora y directora artística de Kinetix, un proyecto único de acrobacias aéreas. Atrajo a jóvenes acróbatas graduados por la Academia Nacional de Deportes que en Bulgaria no encontraban realización profesional y trabajaban en otras cosas. Ella les ofreció la oportunidad de hacer realidad sus sueños. Al principio los entrenamientos de Kinetix tenían lugar en una sala pequeña, después de lo cual vino la salida en la fachada de uno de los edificios más altos de Bulgaria, de unos 15 a 20 pisos. Algunos de los acróbatas no fueron capaces de superar el listón y fueron descartados. Semejantes acrobacias en el cielo se presentaban por primera vez en Bulgaria. La troupe compuso también su propia coreografía de acrobacias con elementos muy complicados, imposibles de hacer sobre suelo. Enviaron su vídeo a Macao, al mayor casino del mundo, y les invitaron a actuar ahí.

“Para algunos de los acróbatas más jóvenes ésta es su primera salida al extranjero con un compromiso profesional tan importante. Nos hicieron el cumplido de que somos mucho mejores que los demás”, dice Sirma. “En la fachada del casino Venetien Macao, los acróbatas presentan un espectáculo vertical de elementos acrobáticos muy complicados, y la belleza de la acrobacia vertical consiste en que los artistas no obedecen a la gravitación. Sus cuerpos están atados por la cintura con un cinturoncito muy fino. Es importante que las cuerdas se fijen en 3 ó 4 puntos para que los acróbatas puedan conseguir el equilibrio y mantener la postura de su cuerpo. La altura mínima a la que pueden actuar son 5 metros de la azotea.

“A diferencia de la sala donde tienes puntos de referencia: paredes, bordes, ventanas, techo, cuando saltas estando fuera estás rodeado por un profundo cielo, muchas veces estás en las nubes y esto te desorienta“, prosigue emocionada Sirma. Cuando haces un salto cuádruple, o quíntuple te orientas contando las paredes. Es una experiencia totalmente nueva que requiere mucha valentía”. Ha habido días con unos 100 mil turistas visitantes al día y todas esas personas pasaban por el sitio en que Kinetix presentaban sus espectáculos aéreos. En el mundo existen sólo unas cuantas formaciones con semejantes coreografías presentadas en las fachadas de edificios altos.

“Somos los primeros y los únicos del mundo que hacemos acrobacias en las fachadas de edificios altos utilizando nuestras habilidades acrobáticas. El resto de las troupes presentan bailes, y la diferencia entre el baile y la acrobacia es muy grande”. Kinetix tiene también un mensaje. Queremos insuflar nueva vida al espacio arquitectónico y a las fortalezas antiguas como las de Baba Vida y Tsarevets, en Bulgaria, atraer la atención del público sobre esos sitios. Nuestra idea es que, a través de la acrobacia aérea, nuestro conjunto consiga hacer más populares en el extranjero los sitios de interés de Bulgaria y, a la vez, ofrezca a los jóvenes la oportunidad de desarrollarse y hacer gala del talento de los búlgaros fuera de Bulgaria”, termina diciendo con orgullo Sirma Dobreva.

Versión en español por Ruslana Valtcheva
Fotos: Archivo personal