En el periodo del 1 de julio al 31 de diciembre de 2018 Bulgaria por primera vez asumirá la presidencia rotativa del Consejo de la UE. Esto puede ser un punto crucial en la manera en que nuestro país se concibe en el Viejo Continente y ser un estímulo de cambio en plan nacional.

“Retos y oportunidades ante la presidencia búlgara de la UE en 2018” es el tema de la conferencia que se desarrollará el 13 de noviembre en Sofía. Tomarán parte profesores universitarios, expertos, representantes de embajadas de países comunitarios. Organiza el acontecimiento el ambicioso equipo de la ONG blEUprint. Son personas jóvenes que se han graduado por prestigiosas universidades pero han optado por trabajar en Bulgaria.

En 2018 tendremos la posibilidad de mostrar que nuestro país cuenta con el necesario potencial político, administrativo y de liderazgo para encabezar la UE durante seis meses y devolver parte de la confianza en la comunidad perdida tiempo ha, están convencidos del equipo de bluEUprint.

La presidencia rotativa supone una cooperación permanente entre los tres países que la realizan: el anterior, el actual y el futuro. Esto significa que, a nivel político, Bulgaria debe ser un socio estable y fiable de Gran Bretaña y Estonia. La existencia de una administración nacional bien preparada y operante es la condición obligatoria para todo país miembro que toma el timón de la presidencia rotativa. Según el equipo de blEUprint, la presidencia es un momento idóneo para debatir la reforma en la administración pública.

El análisis profesional de presidencias anteriores también es premisa para la buena preparación y el logro de una presidencia exitosa. 

Bulgaria puede aprovechar la presidencia polaca que se desarrolló en el periodo de julio a diciembre de 2011, dice Velislav Ivanov de blEUprint.

“En una difícil situación de su política interior, Polonia logró promover, a nivel europeo, iniciativas legislativas y logar considerables éxitos respecto a la estabilidad económica y el crecimiento, como la aprobación del llamado Six-Pack Agreement, y en el ámbito de la política de ampliación de la UE, la finalización del Tratado de adhesión de Croacia. Como resultado de esto la presidencia polaca recibió una alta valoración y en muchos sentidos puede servir como ejemplo para el Estado búlgaro”.

“En 2010 Bélgica afrontaba una de sus crisis políticas. Durante todo el periodo de 6 meses, la presidencia fue realizada por un Gabinete interino y fue valorada como muy exitoso: es un ejemplo cómo la elite política en un país, a pesar de la difícil situación en la política interior, vuelve la espalda a las diferencias y logra consenso en aras de una importante meta”. 

Bulgaria tendrá la exclusiva oportunidad de que prioridades nacionales suyas coincidan con las paneuropeas.

“En el orden del día está el tema de la independencia energética de Europa”, dijo Dimitar Lilkov. “Bulgaria junto con las Repúblicas Bálticas y Eslovenia están perjudicadas de la dependencia de los suministros de gas de Rusia. Con la creación de una unión energética eficiente en Europa, Bulgaria aprovecharía grandes ventajas y el liderazgo de nuestro país puede ser de gran importancia sobre el tema en 2018”.

“Uno de los otros temas prioritarios que Bulgaria podría plantear es el de la política migratoria”, continúa Velislav Ivanov. A estas alturas Italia es presidente rotativo de la UE y este es uno de los principales temas que desarrolla. Actualmente, países como Bulgaria, Italia, Chipre y Grecia acogen el mayor flujo migratorio desde países en África y el Oriente Próximo. El marco europeo actual para afrontar estos problemas no es eficiente y hasta finales del decenio existe la posibilidad real de diseñar un sistema sólido para absorber y distribuir los refugiados por todos los países de la UE”.

Velislav y Dimitar son categóricos que los Balcanes Occidentales son una de las más importantes prioridades. La presidencia del Consejo ofrece la posibilidad a Bulgaria de ser un país activo en la política exterior y en el proceso de ampliación. Hasta el momento este país no ha respondido a las expectativas de Bruselas de ser un actor más visible y constructivo en la Península Balcánica. No obstante la congelación en los próximos 5 años del proceso de adhesión de nuevos miembros de la UE, que fue anunciada por Jean Claude Juncker, Bulgaria podría fomentar de modo más activo el proceso de integración en los Balcanes Occidentales, algo que es de su interés y podría elevar su prestigio.

Versión en español por Hristina Taseva