A los cinco años de su creación Radio Nacional de Bulgaria transmitió su primer reportaje en vivo. El hecho estaba vinculado con un acontecimiento histórico muy importante para este país: la restitución al Reino de Bulgaria del territorio de la Dóbrudja meridional.
“En tierras de la Dóbrudja de Oro llegan, majestuosos y soberbios, nuestros carros de combate, los tanques. El entusiasmo del pueblo es incontenible y la gente los saluda agitando las manos alegremente. La imagen de estos enormes monstruos de acero es grandiosa y espectacular. La multitud sigue su enérgica marcha conteniendo la respiración. Las manifestaciones llenas de júbilo durante más de una quincena de días aquí muestran que Dóbrudja es la sagrada tierra búlgara donde se sentaron las bases del Primer Imperio Búlgaro. Dóbrudja ha sido y sigue siendo la cuna de la nación búlgara y cada palmo de esta tierra guarda las huellas de nuestro pasado glorioso, de nuestro resurgir, de nuestra vitalidad y nuestro futuro prometedor. Dóbrudja no sólo garantiza nuestra seguridad en el Norte, sino también sigue siendo el panteón de nuestro poderío nacional en el pasado”.
El 7 de septiembre de 1940, en la ciudad rumana de Craiova fue firmado un acuerdo que obligaba a Rumania a devolver la parte meridional de Dóbrudja al Reino de Bulgaria. ¿Qué es en realidad la llamada Cuestión de Dóbrudja que surgió después de la Guerra ruso-turca de 1877 a 1878?
Para compensar a Rumania por la anexión de la parte meridional de Besarabia, en virtud del Tratado de París, Rusia propuso que el Norte de Dóbrudja se incorporara a Rumanía. Los rumanos rechazaron la proposición rusa. La razón de ello fue que Dóbrudja, poblada principalmente por búlgaros, turcos y tártaros, se convertiría, geográfica, económica e históricamente, en arena de conflictos entre Bulgaria y Rumania. A pesar de esto, a raíz del Tratado de Berlín, Bulgaria fue fragmentada y su territorio, reducido quedando favorecidos sus vecinos.
La Segunda guerra de los Balcanes (1913) permitió a Rumania obtener nuevos beneficios. Mientras el ejército búlgaro luchaba contra sus antiguos aliados, los soldados rumanos penetraron en territorio búlgaro y Rumania se anexó el sur de Dóbrudja manteniendo su poder sobre la región hasta 1940. La primera revisión del Tratado de Neuilly: el Acuerdo de Salónica (julio de 1938), que eliminó las restricciones militares contra Bulgaria, proporcionó una oportunidad de recuperar el territorio perdido.
Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de la Cuestión de Dóbrudja dependía directamente de los cambios en la situación política exterior en Europa. El año crucial fue 1940, cuando comenzó la ofensiva alemana en el Frente Occidental. Tras la presión ejercida por Alemania e Italia, el 7 de septiembre de 1940 fueron firmados Los Acuerdos de Craiova, en virtud de los cuales a Bulgaria se le restituyó la Dóbrudja meridional. De esta manera quedaban restauradas las fronteras establecidas por el Tratado de Berlín en 1878. Estaba previsto un intercambio de igual número de colonos, rumanos, del Sur y de búlgaros, del Norte de Dóbrudja. La mayoría de las familias búlgaras no tenían ni muebles, ni mantas, nada en absoluto. Sin embargo, al cabo de un par de años de miseria los habitantes laboriosos del Norte lograron reponerse. El Estado búlgaro tuvo que pagar a Rumania una indemnización de mil millones de lei (la moneda oficial rumana) por sus propiedades en el sur de Dóbrudja. Sin embargo, las cláusulas abusivas, desde el punto de vista financiero, carecían de importancia para los búlgaros. El 21 de septiembre la población de Dóbrudja dio con entusiasmo la bienvenida al ejército búlgaro.
La restitución de la Dóbrudja meridional se considera con razón un gran éxito de la diplomacia búlgara y, en particular, del zar Boris III. Durante la guerra, Bulgaria consigue recuperar este territorio por vía totalmente pacífica, sin derramar ni una gota de sangre. Es la única adquisición de Bulgaria, resultado de la política de revisionismo pacífico entre las dos guerras mundiales. Este hecho fue decisivo también para la preservación de la Dóbrudja meridional en los límites de Bulgaria al cabo de la Segunda Guerra Mundial.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo
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