El recién electo Parlamento Europeo se reúne en Estrasburgo para su sesión constituyente. Los 17 diputados búlgaros forman parte de los grupos parlamentarios del PPE, de la Alianza Progresista de los Socialistas y Demócratas, el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa. La primera resolución, este martes, 1 de julio, consistió en la reelección del socialdemócrata germano, Martin Schulz, como presidente del PE. Tras el respaldo manifestado por el PPE y la ALDE los pronósticos apuntaban que él obtendría muchos más votos de los necesarios para tener mayoría.

Del número de los votos emitidos a su favor trascenderá también cuán extensa seía la mayoría preeuropea de cristianodemócratas, socialistas y liberales que en los próximos 5 años se propone obrar en mancomún por conservar los valores europeos, comentan para Radio Bulgaria los politólogos Vladimir Shopov e Iván Nachev.

“En realidad este Parlamento tendrá que resolver varias tareas básicas”, dice Iván Nachev. “La primera es elegir una nueva CE y, por esto, es importante ver si emitirá una señal de entendimiento o, al contrario, de desunión, algo que podrían aprovechar los euroescépticos y los nacionalistas en el PE. Este Parlamento deberá solventar, asimismo, problemas  relacionados con los Presupuestos de la UE y con la eventual nueva Ampliación de la misma. Por esta razón, mientras se haga la repartición de los puestos  y se estabilice la CE se harán intentos de lograr acuerdo mucho más numerosos que los que hemos visto en los parlamentos anteriores”.

“Yo personalmente espero  que los cambios más interesantes no serán fruto de la nueva composición del Parlamento Europeo, sino del comportamiento diferente que éste tendrá”, dice Vladimir Shopov. “Primero, el Parlamento Europeo es considerado como agente mucho más vigoroso en el sistema global de la política europea y la elección de Juncker para presidente de la CE es la ilustración óptima de este proceso. Segundo, hay diputados y partidos europeos mucho más propensos a criticar la CE y su iniciativa legislativa. Me imagino que seremos testigos de gran número de iniciativas legislativas rechazadas por el PE”.

A mediados de julio, el PE votará la nominación de los líderes de los países miembros de la UE para el puesto de presidente de la CE y esto ocurre por las nuevas reglas recogidas en el Tratado de Lisboa. La elección de Jean-Claude Juncker es decisión del Consejo de la UE, adoptada por mayoría cualificada. Los votos en contra fueron los de Reino Unido y de Hungría. Jean-Claude Juncker ha sido casi 20 años primer ministro de Luxemburgo. Ha sido presidente durante 8 años del Eurogrupo, justamente en la época en que la moneda única europea y toda la UE atravesaban por su más grave crisis. Así que apenas  habrá otra personalidad que tan bien conozca la política europea. Esta nominación es buena para Bulgaria, ya que Juncker mantiene un comportamiento muy positivo con respecto a Bulgaria. Ha apoyado siempre la adhesión de Bulgaria a la UE, ya desde el lejano año 1990. Precisamente durante la presidencia luxemburguesa de la UE, cuando Juncker era primer ministro de ese país, se produjo la firma del Tratado de Adhesión de Bulgaria a la UE, con manifiesto apoyo de Juncker. Bulgaria obtuvo su respaldo también en el momento en que estaba cerca del mecanismo  preparatorio para la Eurozona. También nos ha  apoyado con respecto a Schengen. De manera que Bulgaria puede esperar un comportamiento  bienintencionado y abierto por parte del nuevo presidente de la CE.

“A mi juicio, podemos esperar de parte de Juncker un comportamiento justo con respecto a Bulgaria y creo que esto nos bastará”, dice el politólogo Shopov. “Tal postura puede resultar sumamente importante, al menos para mí, caso de producirse un cambio obligatorio en el rumbo político de Bulgaria hacia un acceso prioritario a la Eurozona. En este ámbito, el papel de la CE es bastante importante porque existe una sucesión de criterios. Nos ajustamos a la mayoría de éstos, pero no a todos”.

“Juncker podrá ayudarnos en la estabilización del sector económico búlgaro”, dice Iván Nachev. “La Comisión Europea dispone  de recursos y herramientas suficientes para la gestión de los fondos que son encauzados a los países miembros. Cuando se produjo el intento por provocar una crisis financiera en Bulgaria, la CE fue la primera en reaccionar e inmediatamente dio luz verde a las autoridades para rescatar los bancos en el país, no porque éstos necesitaban de ser rescatados. Es que lo importante es que precisamente en medio de una tal situación absolutamente todas las instituciones respalden el sistema bancario, tanto de Bulgaria como de todos los países miembros de la UE. La integración bancaria que algunos han dado en llamar “alianza bancaria”  es importante porque  sólo en el ámbito de los países que forman parte de la zona Euro hay más de 5 mil entidades bancarias. Están enlazadas con otros países al margen de la zona del Euro. Bulgaria no forma parte todavía de ella, pero esto se traduce en un grado mucho más elevado de estabilidad, significa transparencia y ofrece seguridad. Como ciudadanos búlgaros no hemos de menospreciar las oportunidades que brinda la integración. Esperamos que el futuro presidente de la CE se desvele más por los ciudadanos europeos, porque la política conservadora promovida por la CE  anterior no ha conducido a los resultados que todos estábamos ansiando”.

Versión en español por Mijail Mijailov