Después de adherirse a la OTAN en 2004, Bulgaria ha servido una vez más de tribuna de la propaganda de la Alianza, dirigida esta vez a la costa opuesta del mar Negro. Bajo el pretexto de afrontar los nuevos desafíos, a entender, la fallida “revolución de primavera” en Ucrania usando la matriz de las llamadas revoluciones en algunos países del Norte de África, en Sofía se celebró un foro formulado oficialmente como  Conferencia de la OTAN con los socios militares estratégicos a nivel de Jefes de Defensa, organizada por el Mando Aliado de Transformación de la OTAN. El tema fue “Los Intereses militares comunes, orientados a la práctica, interoperables y listos”.

Dicho de otro modo, en la capital búlgara se reunieron delegaciones de países miembros de la OTAN, como también de países socios de la OTAN, incluida Ucrania, para escuchar el discurso del general Jean Paul Palomeros, comandante supremo del Mando Aliado de Transformación de la OTAN. El general dijo que la anexión de Crimea por Rusia es excepcionalmente inaceptable y que el aumento de presencia de la OTAN en zonas cercanas a Rusia, el mar Negro incluido, es una expresión de solidaridad con los miembros y los socios de la Alianza.

El general Palomeros respondió positivamente a la pregunta de un periodista de que si la crisis en Ucrania y la anexión de Crimea representan una amenaza a la seguridad de los países miembros de la OTAN en Europa del Este. Pero no ha quedado claro cómo han sido amenazados estos países, ni tampoco quién amenaza a quién. El general responsable de las transformaciones ha añadió que la Alianza está lista a reaccionar siempre y en todo tipo de situaciones y amenazas para defender la paz y sus valores.

De esta manera Jean Paul Palomeros dio a entender que después de Kosovo, Afganistán, Irak y el Norte de África le toca a la región del mar Negro. Insinuó que Bulgaria podría tener un papel importante en esta ocasión, después de que, en palabras suyas, las fuerzas militares búlgaras están plenamente integradas y son completamente compatibles desde el punto de vista operativo con las fuerzas de la OTAN, y que se observa un avance impresionante en las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas de este país. Si añadimos a esto las invitaciones dirigidas por varios políticos búlgaros, y en primer lugar por el presidente de la nación, Rosen Plevneliev, a que haya una mayor presencia de efectivos en las bases norteamericanas en Bulgaria, queda claro que Sofía va siendo implicada paulatinamente en un guion de desestabilización de la región del mar Negro, de marcado matiz anti ruso.

Por otra parte, la conferencia de la OTAN en Sofía ha sido un motivo más para demostrar la famosa hospitalidad búlgara. Durante la inauguración del foro, el jefe de la Defensa, general Simeon Simeonov, no se perdió la oportunidad de señalar que para Bulgaria era un gran honor ser anfitriona de esta conferencia de representantes de 53 países y líderes de importancia clave de la Alianza, añadiendo la necesidad de unir los esfuerzos para garantizar la paz y la seguridad. El ministro de Defensa, por su parte, expresó pleno apoyo a las iniciativas multinacionales de la OTAN, en concreto la iniciativa de defensa inteligente, el concepto de nación líder y la iniciativa de interconexión de las fuerzas.

Hace días, uno de los diarios de Sofía informaba: “En su exagerado esfuerzo por agradar a los EEUU, Bulgaria se ha enredado a tal punto que cualquier movimiento que haga, la confundirá. Lo más sensato y razonable sería que no haga nada. El país ha demostrado que al menos esto lo puede hacer bien. No construirá la Central Nuclear de Belene, no construirá el gasoducto South Stream, tampoco hará política exterior. Faltaría que ponga un cartel diciendo “No estoy” para resolver todos sus problemas.”

Versión en español: Ekaterina Bobeva y Ruslana Valcheva