Hacia finales de 1935, la directiva de la Radio invitó a Parashkev Hadzhiev para que enriqueciera y diversificara los programas infantiles que existían en aquel entonces. En esos programas el actor Nikola Balabanov presentaba cuentos de hadas a los pequeños escuchas. El compositor Parashkev Hadzhiev, que acababa de graduarse, comenzó a trabajar con gran deseo. Al principio se trabajaba en un estudio improvisado en el centro de Sofía. Algunos años después, el equipo se trasladó al edificio actual de Radio Nacional de Bulgaria y los programas se transmitían en vivo desde el segundo estudio.
“Entonces comenzamos a trabajar asiduamente sobre el teatro infantil. Yo escribía la mayor parte de los guiones, la letra y la música de las piezas que interpretábamos”, recuerda Parashkev Hadzhiev. Dos veces a la semana, los miércoles y los domingos por la tarde, se emitían interpretaciones del grupo creado por el compositor. Su nombre fue Alegría Infantil y en él participaban unas 7 chicas, entre ellas su hermana y condiscípulas del colegio. Una de ellas fue Mara Hinova, que posteriormente se hizo cantante de ópera que fue su primera esposa. El programa se denominaba Una Hora para los Niños y comenzaba con cuentos de hadas y fábulas, y continuaba con canciones.
En una entrevista que se conserva en la Fonoteca de Radio Bulgaria Parashkev Hadzhiev cuenta: “El actor Nikola Balabanov leía un cuento de hadas y después nosotros interpretábamos canciones. Sin embargo, nos aburrimos de esta práctica y comenzamos a escoger canciones que contenían diálogos. Después comencé a componer unas breves piezas musicales para niños. Un amigo mío, Stoyan Bajchevandzhiev, escribó la letra de una canción que cosechó gran éxito. Fue el tema “El Grillo Salvador” transmitido en junio de 1937. Escribió la letra de operetas radiales, así como una serie de ocho piezas, Las Aventuras de Tomcho”, que despertaron gran interés. Algunos oyentes nos llamaban para preguntarnos cuándo podrían escuchar una aventura nueva. En realidad me encargaba de todo en estos programas, primero componía la música, estudiábamos la letra y la música con los niños. Tocaba el piano y aprendía a imitar las voces de los gigantes de los cuentos de hadas o de las abuelas desdentadas. En el periodo de 1936 a 1944 logramos componer más de 120 operetas infantiles. Muchos de los guiones que escribía se basaban en los más famosos cuentos búlgaros, así como en cuentos de los hermanos Grim, Vilhelm Hauf, Pushkin. Algunos escritores búlgaros, por ejemplo, Leda Mileva, nos ofrecieron algunos cuentos suyos. Entonces no se hacían grabaciones, todo se transmitía en vivo y, lamentablemente, no se conserva nada. Todos los materiales se guardaban en el Estudio uno donde en la guerra cayó una bomba que destruyó nuestras piezas radiales”.
La señal inicial y final de los primeros programas infantiles siempre era la misma pero su tonalidad cambiaba en conformidad con la primera y la última canción. Hoy podríamos denominarlos pequeños musicales para niños integrados por canciones, diálogos y bromas.
En su libro dedicado a la historia de la Radio, el catedrático Veselin Dimitrov señala que los primeros programas infantiles fueron organizados con gran profesionalidad. A su juicio, a consecuencia de los esfuerzos de los socios estos programas tenían una calidad muy alta. De este modo, la radio se convirtió en un escenario cultural, junto con los podios teatrales y musicales. Hoy, las canciones infantiles de Parashkev Hadzhiev forman parte del repertorio de coros y grupos vocales.
Versión en español por Hristina Taseva
“No me gusta la palabra leyenda, soy una persona real y un artista. Pero si me piden decir algo en este contexto, será lo siguiente: se me ha reconocido como el mejor bajo cantabile en el mundo”. Eso decía en una de sus últimas entrevistas el..
El año 2013 se ha quedado en la historia más reciente de Bulgaria como año de las protestas. Forzado por éstas tuvo que abandonar el poder en febrero de ese año el primer gobierno del partido GERB, presidido por Boyko Borisov, y el gobierno..
“Era el pianista más bello de su tiempo; elegante, orgulloso e inalcanzable, como si hubiera nacido en frac en 1929 en Sofía”. Así el diario berlinés Die Welt describía a Alexis Weissenberg. El excepcional pianista, nacido en la capital de Bulgaria en..