El profesor Greddy Assa presenta en la Galería Municipal de Sofía una exposición que, sin duda, se convertirá en un hito de 2014. Su talento nos conduce a través de un mundo de brillantes visiones, en que sentimos su preocupación porque no se opaque la belleza del planeta que habitamos. En 49 lienzos grandes el pintor expresa su admiración por la naturaleza y las artes.

Greddy Assa ha realizado infinidad de exposiciones en Bulgaria y otros países. Se ha especializado en Paris y Nueva York. El motivo de esta exposición es su 60 cumpleaños, que el autor celebró no hace mucho, y el metafórico título que le ha dado: A través del desierto, recoge en sí e el conocimiento, la amargura, la esperanza y la sabiduría.

“En estas obras hablo del desierto que está en nuestro fuero interno, a nuestro alrededor y en el día a día. Me refiero a lo que nos rodea y a lo que no podemos obviar y debemos superar para seguir adelante. En el desierto no solo hallamos respuesta a muchas de nuestras interrogantes. En él hay de todo: vientos, sueños, espejismos… Lo importante es qué escogerá cada uno de nosotros”, dice Greddy Assa.

¿Y qué es lo que él escogió?

“Yo opto por los espejismos, reconoce el pintor, porque los puedes ver e identificar como punto de partida hacia tu finalidad, que es la idea. Esto es parte de la inspiración, de la experiencia y de la imaginación del pintor porque los espejismos se presentan cuando uno desea algo con mucha fuerza. Entonces uno ve el oasis como un refugio”.

El pintor describe de forma poética el desierto infinito, en medio del cual uno se siente como descubridor de inesperada hermosura. Pero habla también de la “superación”, de las cuatro décadas de trabajo creador y de las posturas con que se ha identificado a lo largo de estos años. Haciendo una alusión a la Biblia,  se refiere a los 40 años durante los que Moisés erró con su pueblo por el desierto. La infinidad de dunas de éste es la causa por la que Greddy Assa se siente  un granito de arena en medio del desierto, pero “un granito de arena con un mundo interior propio, lleno de libertad, esperanza e inspiración”.

La exposición presenta diferentes géneros, inclusive retratos. Uno de éstos es del gran director teatral búlgaro Dimitar Gochev, que trabajó durante años en Alemania y que unos meses atrás abandonó este mundo.

“Fuimos amigos. Él coleccionaba obras mías. Con frecuencia hablábamos del arte moderno, continúa diciendo Greddy Assa. Él me insuflaba fe y fuerza y por esto lo presento en la actual exposición. Hay también algunos retratos de parientes o amigos en que he hecho más bien un retrato de la música, el teatro o el canto lírico a que se dedicaban. Es un gesto de admiración por estas artes que siempre he sentido muy próximas a mi corazón”.

La hermosura en extinción, la preocupación por las Islas Maldivas o por Venecia son temas que inquietan a Greddy Assa. “Las maldivas van desapareciendo, a semejanza de Venecia. Se va extinguiendo esa riqueza natural, dice el pintor. Tal vez nosotros lo estemos causando de alguna manera y es lo que he hecho constar en mis obras. Venecia es un lugar excepcional para los pintores, los artistas,  los arquitectos y todos quienes se dedican a la creación artística. Contiene algo que acaricia el alma, que no puedo expresar con palabras pero que espero los visitantes puedan sentir en mi exposición. Mi mensaje es que, indistintamente del punto en que se encuentre, el hombre debe mirar el mundo  con mayor optimismo y con mayor inspiración”.

Y he aquí el consejo de Greddy Assa a sus estudiantes. “Espero que cada uno opte por un camino propio. Que no salten de un tema a otro sino que avancen lenta y tranquilamente. Así alcanzarán los objetivos más lejanos. Hay algo más. Deseo que no sean pintores de la sensación que se limiten tan solo a pasar a través de ésta como pasajeros de tránsito. Que sepan ver también las cosas pequeñas: el cielo, la montaña, pero también el cardillo a sus pies. Que identifiquen los distintos estados anímicos y sean capaces de entrelazarlos en sus obras para sentir la vida auténtica, la vida del pintor”.

Versión en español de Raina Petkova