Es la mayor inversión privada en Bulgaria, destinada a la construcción de una nueva planta de procesamiento de petróleo junto a la refinería Lukoil Netochim en Burgas. Ahí se creará la instalación más moderna con la que Bulgaria se convertirá en el séptimo país en el mundo, después de México, EEUU, Canadá, Polonia, Japón y Kuwait que procesa petróleo utilizando estas nuevas tecnologías. Aumentará la cantidad de gasolina o diesel que son producidos a partir de una unidad de petróleo crudo. El proyecto es por valor de 1500 millones de dólares y fue iniciado hace dos años. Las instalaciones deben ser finalizadas a finales de este año. Una serie de actividades relacionadas con el diseño, el transporte, la logística y la producción de equipamiento serán realizadas por empresas subcontratistas búlgaros. Según el presidente de la compañía petrolera rusa Lukoil, Vagit Alekperov, quien estuvo de visita en Bulgaria, las nuevas instalaciones para el procesamiento de crudo justifican el funcionamiento de la refinería que opera de  manera ineficiente y debería cerrarse. „La edificación de la nueva planta de Lukoil tiene un efecto positivo sobre el posicionamiento del país como exportador de combustibles”, ha comentado el presidente Rosen Plevneliev durante su encuentro con el invitado ruso. Es más, por el encogimiento del consumo, debido a la crisis, Bulgaria tiene interés en fomentar las inversiones y las exportaciones que llevarán al crecimiento económico. En la actualidad Lukoil está adquiriendo una cadena de gasolineras en Turquía. Se están creando también instalaciones para el atraque de buques petroleros en Burgas, que proveerán tanto los mercados búlgaro y turco, como los mercados europeos. Según Vagit Alekperov, la cuota de mercado de la compañía en Bulgaria es suficiente y el gigante petrolero ruso no desea convertirse en monopolista del mercado de combustibles no sólo en Bulgaria, sino en ningún otro país. El invitado ruso no ha pronosticado sobre el precio del petróleo en el futuro cercano, pero ha aclarado que uno de los factores con mayor importancia es la situación política. Según expertos rusos, los yacimientos actuales empiezan a agotarse y la extracción se desplazará a las regiones más alejadas y las zonas de esquisto, lo que encarecerá la materia prima. La compañía opera también en el mercado ucraniano, pero no tienen problemas creados por los nuevos gobernantes en Kiev, ha aclarado el presidente de Lukoil. Los planes permanecen sin cambios, pero hay tensión por las amenazas de imponer sanciones. Y el sector de la energía es uno de los más sensibles ante terremotos políticos, ha comentado Alekperov.

Versión en español: Ruslana Valtcheva