“Plantemos un árbol, infundamos esperanza”, es el lema de la edición 83 de la Semana del Bosque en Bulgaria. Es una iniciativa que por tradición se celebra la primera semana completa de abril, en este caso del 7 al 13 de abril. Los primeros actos fueron realizados en las primeras fechas del mes. Fue inaugurada una estela conmemorativa del 120 aniversario de la Dirección Regional de los Bosques en la ciudad marítima de Burgas. Se celebrarán. Asimismo. el 135 aniversario del Servicio Forestal de Bulgaria y el 105 aniversario de la fundación de la Unión de Silvicultores de este país. El hito de la Semana del Bosque será la reunión del Comité sobre Cuestiones Forestales del Mediterráneo adscrito a la ONU.
La semana del bosque fue celebrada por primera vez en 1925, cuando por iniciativa de la Sociedad de Silvicultores de Bulgaria se realizó la llamada Fiesta de la Forestación.
En el Acto Inaugural de la edición 83 de la Semana del Bosque, el ministro de Agricultura, Dimitar Grekov, destacó la importancia de la reforestación para Bulgaria. En su opinión, las enmiendas realizadas a la Ley de bosques por las que se ha reducido de 7 a 3 años el plazo para reforestar áreas taladas o devastadas por incendios, ayudarán a rescatar los ecosistemas forestales y ofrecerán oportunidades de trabajo a más personas.
Con motivo de los aniversarios celebrados, el Ministerio de Agricultura ha retomado la tradición de estimular a los alumnos de talento de las escuelas medias profesionales que se especializan en silvicultura y elaboración de la madera. En la sede del Ministerio de Agricultura fue montada una exposición de muebles, tallados en madera y otras piezas creadas por los discípulos de estas escuelas profesionales. Fue organizado también un concurso de presentación integral de los centros docentes especializados o asociados a la silvicultura.
En la Semana del Bosque cabe recordar que los árboles desempeñan un papel excepcional para todo el ecosistema. De hecho transforman el lugar que habitamos: hacen que el clima sea más templado, depuran el aire, conservan y mejoran el agua y son un cobijo para la naturaleza salvaje. Filtran el aire que respiramos al eliminar de su contenido las partículas de polvo y otros contaminantes como el monóxido de carbono y el bióxido sulfúrico. Por esto la plantación de árboles en las grandes ciudades puede disminuir el efecto invernadero causado por el asfalto y los edificios urbanos. Un árbol joven y sano tiene una capacidad de enfriar el ambiente equiparada a la de diez aparatos de aire acondicionado funcionando 20 horas al día.
Por otro lado, cuantos más árboles y arbustos haya en la ciudad, tanto más volvemos a nuestro entorno natural. Esos árboles y arbustos añaden algo de naturalidad al ambiente sintético en que pasamos buena parte de nuestra vida.
Por tradición, para las acciones de forestación, las haciendas forestales aseguran cada año plantones a todos los ayuntamientos del país. Así será también este año. Se priorizarán las especies foliáceas: el roble cabelludo, el roble rojo americano, el tilo y el aligustre. Los ayuntamientos se encargarán de decir dónde plantar los nuevos árboles (parques, áreas verdes, jardines de infancia, escuelas). Para la propia plantación serán asegurados trabajadores a través de los programas de empleo provisional. Los técnicos recomiendan que al forestar un territorio completo se opte por especies arbóreas que sean las más afines o similares a las que crecen en la naturaleza salvaje, para asegurar así un habitat adecuado también a los animales en el bosque.
Versión en español por Raina Petkova
Polémica en Croacia por el despliegue de tropas en la misión de la OTAN en apoyo de Ucrania El vicesecretario general de la OTAN, Boris Rugge, visitó Croacia para explicar a los legisladores locales los objetivos de la misión de..
El prócer de la ilustración es una personalidad muy especial en la historia búlgara ya que es portador de lo nuevo , señala el profesor asociado. Moris Fadel, doctor de las ciencias, director del Departamento de nueva bulgarística en la Nueva..
"Niño búlgaro yo soy, del verdor de nuestras montañas estoy fascinado; búlgaro llamarme es de mi máximo agrado", escribía con orgullo Iván Vazov, el patriarca de la literatura búlgara, en Bulgaria tras la Liberación en 1878. Hoy, un..