A medio camino entre la ciudad danubiana de Lom y la ciudad de Montana, en la parte noroeste de Bulgaria, está la aldea de Yakimovo. Poca gente sabe que en el siglo VII por allí pasó la caballería del kan Asparuj que cruzó el río Danubio para fundar su reino y unir varias tribus en un pueblo, el búlgaro. Las huellas del kan han quedado para hacer recordar nuestro pasado glorioso. Dejando de lado la historia antigua, el ritmo contemporáneo de esa aldea que es centro del municipio, es semejante al de tantas otras comunidades búlgaras. Se caracteriza por la disminución y el envejecimiento de la población, una economía local no desarrollada, desempleo, fuga de los jóvenes al extranjero. Son procesos típicos de la transición a la democracia que continúa ya un cuarto de siglo.
Yakimovo surgió después de la unificación de tres aldeas: Pogoreletz, Kotenovtzi y Voinitzi, explica el teniente de alcalde del municipio, Konstantin Vladov. La expansión de esas aldeas en los años 50 del siglo pasado condujo a la integración territorial. En sus mejores años la aldea tuvo 5000 habitantes. El colapso demográfico no ha pasado por alto a Yakimovo. Actualmente la aldea tiene unos 1600 vecinos. Está a 30 kilómetros de Montana y a 20 kilómetros de Lom.
"A través de la aldea pasa la carretera principal que comunica Montana y Lom. Es la más importante para la región de Lom y el puerto de Lom. El municipio es predominantemente agrario, hay explotaciones en el territorio de la aldea y el municipio. A eso se debe el carácter agropecuario de la subsistencia de la gente local. No tenemos desarrolladas fábricas industriales a excepción de un molino para granos en la aldea Komoshtitza".
Se dedican a la agricultura en Yakimovo básicamente pequeños propietarios, pero una parte de las tierras de cultivo pertenecen a fondos de inversión en tierras agrícolas. Se cultivan principalmente cereales: maíz, girasol, trigo y cebada. Sin embargo, desde hace varios años la colza que se usa para producir biocombustible ha sustituido muchos de los cultivos tradicionales.
Para reducir el número de los desempleados, en Yakimovo cuentan con las medidas para empleo financiadas por el presupuesto. Aunque esos puestos de trabajo sean temporeros, dan esperanza por algún tiempo a los cesantes. Una gran parte de los jóvenes han optado por trabajos temporeros en Alemania, Italia, España. El mundo es grande y tentador con sus oportunidades.
Volvamos a la historia de Yakimovo. La gente local está orgullosa de que por el territorio de la aldea pasa y todavía se puede discernir parte del Terraplén de Asparuj. Esa fortificación que antaño tenía 3 metros de profundidad protegía una de las fronteras de Bulgaria durante el reinado de Asparuj, dice el teniente de alcalde Konstantin Vladov.
Uno puede aprender mucho sobre la historia de la aldea y de la región al conocer la rica colección museística de la Casa de Cultura de Yakimovo. Y en el Museo Nacional de Historia en Sofía, cada uno puede contemplar el tesoro de plata con aplicaciones de oro, descubierto en la zona en 1972. Jarros de plata, pulseras y otros objetos revelan secretos del modo de vida de los habitantes antiguos en esas tierras.
Versión en español por Ekaterina Bobeva
Fotos: Archivo de Yakimovo
Los búlgaros de Besarabia son una parte “indisoluble del cuerpo búlgaro, de la comunidad búlgara espiritual y cultural. Persistirán ya que el lazo entre ellos y nosotros es inquebrantable”, se señala en el único número del periódico Besarabia búlgara..
La vida de los búlgaros en la República Checa es muy ajetreada. Trabajan en masa en distintas fábricas, el trabajo es por turnos, el cansancio se acumula y la gente no quiere viajar a la capital un domingo sólo para poder votar. Así explica Irena..
La jornada electoral en Reading, al sureste de Inglaterra, transcurre con calma. Se espera que voten unas 300 personas y en el único colegio electoral de la ciudad se puede votar sólamente en papel. Es la segunda vez que este colegio electoral cambia..
El Festival de Navidad de Sofía se inaugura esta noche en el parque frente al Palacio Nacional de Cultura, en el corazón de la ciudad. La tercera edición..
La usurpación del patrimonio cultural e histórico es una de las múltiples e inevitables consecuencias en cada conflicto militar tanto en plan histórico..