La crisis en Ucrania pone en tela de juicio los suministros de gas a Bulgaria, ha advertido el viceprimer ministro, Tsvetlin Yovchev, quien ha ordenado revisar las reservas de los recursos gasísticos. Hace días el Gazprom también anunció que son posibles cortes de los suministros del combustible azul para Europa. Kiev no puede garantizar por sí mismo el transporte sin trabas de gas para Bulgaria, ha señalado el embajador ucraniano en Bulgaria, Mikola Baltaji. ¿Existe el peligro de que se repita la crisis gasística del 2009?

Los principales riesgos ante Bulgaria, provocados por la crisis en Ucrania, provienen de la fuerte dependencia energética de nuestro país del gas ruso. Los búlgaros recordamos muy bien el mes de enero de 2009 cuando nos quedamos a oscuras y con frío durante más de un mes. En aquel entonces, por un conflicto entre Kiev y Moscú sobre los precios del gas natural, los suministros a Bulgaria y a Europa que pasan por territorio ucraniano fueron interrumpidos. Los riesgos para Bulgaria y para Europa se esconden en el hecho de que Rusia podría cortar los suministros del combustible azul en cualquier momento, a semejanza de lo que pasó en 2009. “De hecho existe peligro y nadie excluye la posibilidad de que Rusia utilice el tema del gas durante las negociaciones con la UE”, ha comentado Ilian Vasilev, experto en temas del sector de la energía y ex embajador de Bulgaria en Rusia.

“Esto, por supuesto será un ejercicio muy arriesgado para la propia Rusia, ya que después de la última interrupción de los suministros en 2009 las cosas han cambiado significativamente. Ahora el país ruso no dispone de los mismos instrumentos de influencia. Pareciera que cada vez que Rusia demuestra algún poder suyo, luego pierde el derecho de utilizarlo de nuevo. De todas maneras, el gas natural seguirá siendo una poderosa arma. Rusia ya no tiene el mismo poder y, debido a esto, no diría que el riesgo de una interrupción de los suministros de gas representa un riesgo creciente. Todo lo contrario, el riesgo se ha quedado dentro de unos límites razonables y todavía depende del proceso de búsqueda de una solución diplomática a la crisis”.

En caso de limitación de los suministros de gas de Rusia, la principal fuente alternativa sigue siendo el depósito subterráneo de “Chiren”, en el cual hay reservas para sólo un par de meses. La extracción en Bulgaria puede asegurar el 10% del consumo. Una fuente alternativa de combustible es también la conexión con Grecia, por la que desde el 1 de enero de 2014 es posible realizar suministros a Bulgaria. Ésta última fue adaptada para el transporte del combustible azul durante la anterior crisis en 2009.

En casos excepcionales podemos comprar gas que proviene de Irán a través de Turquía. La semana que viene también se pondrá en marcha el proceso de creación de una conexión gasística entre Bulgaria y Turquía. Hasta abril del corriente debe empezar a funcionar, asimismo, el tubo que conecta nuestro país con Rumania. De esta manera, Bulgaria tendrá acceso a otras fuentes, alternativas a los suministros rusos de combustible azul.

La fiebre  gasística se ha extendido por Europa que ha empezado, de forma masiva, acumular reservas de gas. Debido al caluroso invierno, la mayoría de los países europeos no han utilizado sus reservas. Los países limítrofes con Ucrania, como Polonia, Eslovaquia y Hungría, así como, Austria, Serbia y Alemania, tienen reservas para varios meses en el caso de un eventual corte de los suministros rusos. La propia Ucrania tiene recursos para cuatro meses y en la actualidad está comprando gas ruso, ya que los bajos precios serán vigentes hasta finales de marzo. El depósito de reservas en Bulgaria está medio lleno y todavía no está claro si nuestro país seguirá acumulando más reservas para asegurarse ante el riesgo de una posible crisis gasística.

Versión en español por Ruslana Valtcheva