Hasta ahora Bulgaria ha implementado solo un 60% del dinero europeo asignado al país en el período 2007-2013, por motivo de la insuficiente información, la falta de capacidad y control, los lentos trámites burocráticos, el incumplimiento de los plazos por las partes, la deficiente coordinación, malversaciones, etc.

Estas deficiencias fueron identificadas gracias a un estudio efectuado bajo el patrocinio de la viceprimera ministra Zinaida Zlatanova, responsable de los fondos europeos, con la finalidad de mejorar la absorción de éstos en el nuevo período de programación 2014-2020 y localizar los “cuellos de botella” para los beneficiarios en la ejecución de los proyectos europeos.

Así lo ha explicado a Radio Bulgaria María Dimitrova, directora de Información y Sistemas de Gestión de los Medios de la UE, en el Consejo de Ministros.

¿Cuáles son las enseñanzas extraídas y cuáles serán los pasos futuros?

“En adelante nos proponemos reducir el número de los documentos requeridos a los beneficiarios, que es uno de los principales fardos administrativos que dificulta a los beneficiarios, y el trabajo en conjunto. En este sentido tenemos cierto avance y debemos continuar en la misma línea también el próximo período programado. Es dinero asignado y destinado a Bulgaria, y es justo que sirva para potenciar el desarrollo del país. Lo que hemos aprendido durante el período anterior es que debemos digitalizar las normas en mayor grado y ofrecer a los beneficiarios oportunidades de postular y de rendir cuentas por vía electrónica. Es una tarea recogida en el Convenio de Cooperación con la CE en el período 2014-2020 y lo haremos. Para una parte de los programas ya hemos implementado la obligación de postular y rendir cuentas por vía electrónica. Próximamente, lo haremos también con los demás programas”.

La falta de fondos de maniobra para ejecutar las actividades incluidas en el proyecto, la obligación de rendir cuentas varias veces sucesivas con los mismos documentos, el complicado procedimiento de  licitación y coordinación son las dificultades más frecuentes, en especial para las empresas y organizaciones pequeñas o principiantes.

Es el caso de la ONG Humanismo de la ciudad de Pazardzhik, administrada por Nadezhda Kuzermanova. Esta asociación está construyendo con dinero europeo una vivienda protegida para personas con afecciones psíquicas. Es un servicio muy solicitado. Se interesan por esta vivienda personas de ciudades vecinas a Pazardzhik e incluso de Sofía. Sin embargo, hay tantos problemas que quien haya probado fuerzas una vez en semejante empresa termina jurando no hacerlo nunca más, explica Nadezhda Kuzermanova.

“Durante la campaña de información se nos decía que se nos apoyaría en cada paso. Que nos interesáramos primero por las normas para que luego no hubiera dificultades ni para nosotros, ni para los gobernantes. Resulta sin embargo que el coordinador regional del programa en Pazardzhik está muy atareado, tiene a su cargo gran número de proyectos, suele estar en baja por enfermedad o excedencia, etc. Cada vez que le llamábamos nos recomendaba “Leed la guía de instrucciones”.

A causa de la escasa información, al comienzo tuvimos que hacer cada documento hasta tres veces para que luego fuera aceptado nuestro informe. Imagínense el esfuerzo que implica todo esto y el trauma psíquico que causa. Llegamos a pensar que no estábamos bien de la cabeza pero tampoco los demás lograban hacer las cosas de una vez y, lo mismo que nosotros, debían volver hasta tres veces.

Ese fue el primer gran problema, continúa diciendo la administradora de la ONG Humanismo. El segundo está asociado a los llamados chequeos de los informes.  Cada uno debe ser visto primero por el coordinador regional de la ciudad, luego por un coordinador regional independiente, de otra provincia. Tal es el sistema establecido por el Programa de Recursos Humanos. Cada coordinador suele dar algunas recomendaciones.

Luego en Sofía el informe es chequeado por el Organismo Gestor, que es la Agencia de Asistencia Social. Nuestro proyecto fue elegido para someterlo a seguimiento por el Ministerio de Trabajo y Política Social. O sea que, cada informe nuestro pasaba por cuatro chequeos sucesivos. Las críticas graves e importantes se daban en los primeros tres chequeos, en el seno del sistema. Lo peor es que las instrucciones que se nos daban solían ser contradictorias. En semejantes circunstancias uno no sabe qué hacer. Opta por una variante, asumiendo el riesgo de que en el próximo chequeo te corten la financiación; nadie asume responsabilidades, todas recaen en mí”.

El mayor problema venía luego, prosigue la Sra. Nadezhda Kuzermanova, al garantizar la sostenibilidad del proyecto.

“Les llevamos delantera a los servicios sociales en Bulgaria. Éstos suelen desarrollarse en edificios pertenecientes al Estado o al Ayuntamiento. Varios años seguidos el Ayuntamiento no pudo proporcionarnos semejante edificio para que prestáramos el servicio de “vivienda protegida”. Entonces optamos por un enfoque poco común. Unos usuarios nuestros, sin familia ni herederos directos, constituyeron el derecho al uso de sus viviendas, y esta forma de uso resultó aceptable para la UE. La Agencia de Asistencia Social aprobó nuestro proyecto y nos concedió financiación. Remozamos y amoblamos dos apartamentos en el centro de la ciudad a cambio de lo cual sus titulares acogieron en ellos a dos personas más en cada uno. El proyecto finalizó con éxito pero cuando debíamos pasar al sistema de financiación delegada por el Estado, el Ayuntamiento nos lo denegó. La lógica es que ONG como la nuestra promuevan proyectos importantes para los ciudadanos con dinero de la UE y que, una vez puestos en marcha, el estado asuma el apoyo a estos proyectos. Sin embargo, éste nos ha sido denegado”…

La Asociación Humanismo lleva tres años sin recibir financiación para el servicio social que presta. El contrato firmado con el proyecto europeo obliga a la ONG prestarlo durante cinco años. Se ha formado un círculo vicioso cuya solución es un auténtico reto, y que debemos tener presente de cara a nuestro futuro europeo en el nuevo período de programación.

Versión en español por Raina Petkova