Al parecer Europa se ha quitado los lentes color de rosa para mirar la verdad a los ojos. El pesimismo por el escaso crecimiento económico y por la competitividad disminuida de la economía europea ha sido sustituido por un nuevo concepto en la búsqueda de salida de la crisis que viene durando seis años. El nuevo concepto mágico para la UE es el de reindustrialización y ha generado nuevo optimismo tanto en Bruselas como en Sofía, así como esperanzas de superar los problemas.

¿Será la reindustrialización una estrategia exitosa para vencer la durísima competencia en los mercados mundiales o no será más que un nuevo intento de alcanzar a los países “que corren en la pista de velocidad”?

Algunos años atrás era muy popular una canción cuya letra rezaba “¿Cómo alcanzaremos a los norteamericanos?”. La entonábamos en broma, pero a la larga la necesidad de correr con fuerza para alcanzarlos resultó ser verdad. Europa se está rezagando a las economías modernas pujantes. Bruselas diseña estrategias para mejorar la competitividad pero, al mismo tiempo, pone diversas barreras a las empresas. Sin embargo, es harto conocido que el dinero prefiere moverse donde menos resistencia se le opone y donde “le hacen la vida fácil”, es decir donde hay buen entorno para los negocios.Por eso en Bruselas se ha comenzado a hablar de reindustrialización, que es vista como una especie de panacea para recuperar el poderío productivo de Europa.

¿Cuál es el contenido de la palabra mágica reindustrialización?

”Una de sus finalidades es superar la tendencia negativa a que parte de los productores europeos trasladen su producción a otros países”, explica en entrevista a Radio Bulgaria Kamen Kolev, vicepresidente de la Cámara de Industrias de Bulgaria. Algunas de las barreras que frenan el desarrollo de la industria las pone la UE al implementar requisitos muy rigurosos, por ejemplo, en materia de protección ambiental. Tampoco existe un mercado único de la energía eléctrica, el gas, etc. O sea que, parte de las barreras existen a nivel europeo. Lo que debemos hacer en Bulgaria no es elaborar estrategias sino definir medidas concretas que estimulen a los productores”.

El gobierno búlgaro también apuesta en la reindustrialización procurando restablecer las producciones generadoras de beneficios para el país.

“Para nosotros la reindustrialización no debe expresarse en la mera inyección de recursos en las empresas estatales en apuros o en medidas reguladoras de apoyo a sus precios para que puedan salir adelante con resultados positivos. Tampoco es correcto estatalizar, es decir nacionalizar,  de forma selectiva determinadas empresas y condonarles la deuda que tienen a otras empresas estatales. Hace falta una estrategia global en materia de innovaciones que genere crecimiento. Sin embargo, para lograr un mayor crecimiento en 2014, la única solución sería aumentar bruscamente las exportaciones. Éstas aportarán mayores ingresos si exportáramos bienes innovadores que, hoy por hoy, representan apenas un 5% de las exportaciones globales del país. El 95% restante son productos no procesados, de bajo valor añadido. Posiblemente en enfoque más acertado sea que los medios que vienen de los programas europeos y que están destinados a la empresa sean encauzados hacia la renovación tecnológica. No hemos de lanzarnos a perseguir objetivos que superan el potencial real de la economía nacional”.

Las grandes empresas se han retirado del país. ¿Cómo hacer para que vuelvan a Bulgaria?

“Las limitaciones que eran impuestas a las empresas tenían por objetivo hacer que los empresarios europeos invirtieran en innovaciones. Hablamos de la eficiencia energética, las emisiones nocivas, etc. Todo esto conlleva, sin embargo, un encarecimiento considerable del producto y una disminución de la competitividad. Hacer las inversiones necesarias es tarea difícil tanto para los empresarios nacionales como para los europeos. La UE destina miles de millones de euros para fomentar este tipo de producciones y para encauzar las empresas hacia ellas, por muy duros que sean los requisitos a cumplir”.

Si Europa no logra reindustrializarse, perderá competitividad…

“La está perdiendo y es una tendencia sostenida. La CE no introdujo el concepto de reindustrialización fortuitamente sino para invertir esta tendencia. Hay muchas interrogantes en torno a si logrará éxito. Hay que tener mucho cuidado al plantear semejantes objetivos, que han de ser viables y que aporten a mejorar el entorno empresarial. Sin duda, deben existir determinados marcos y regulaciones pero, a la vez, la Empresa necesita ser libre para desarrollarse. Lo importante en este sentido es hacer que al menos las barreras búlgaras sean superables”.

Versión en español  por Raina Petkova