Los búlgaros poseen el equivalente a una sexta parte de la riqueza media de los europeos y diez veces menos que los ciudadanos de los países más ricos como Alemania y Holanda. Así que nuestro país está en el fondo de la clasificación de Europa. No olvidemos que se trata del Club de los Ricos. En cuanto a riqueza financiera, estamos cerca de los rumanos, pero quedamos muy atrás de los países de Europa Central. En lo tocante al sistema bancario, ocupamos el polo opuesto. Los búlgaros guardan sus ahorros en los bancos con mayor frecuencia que los habitantes de otros países europeos. Las viviendas en Bulgaria son las más baratas en toda la Unión Europea, por lo cual, las diferencias de riqueza inmobiliaria se deben en gran medida a sus precios. Otro rasgo característico es que, a diferencia de otros europeos, a los búlgaros les gusta tener grandes cantidades de dinero en efectivo.

La riqueza financiera e inmobiliaria de los búlgaros ha superado los 98 mil millones de euros, según un estudio de la compañía de análisis económicos Industry Watch. Es una cifra muy grande ya que dos tercios de esta cantidad son la riqueza inmobiliaria.

La riqueza financiera alcanzó 27 mil millones de euros a finales de septiembre del año pasado. Se espera que la suma llegue a 28 mil millones de euros después de que el Banco Nacional Búlgaro publique sus estadísticas finales para 2013. La parte principal comprende depósitos bancarios porque en tiempos de crisis la gente tiene mayor confianza en ellos y recibe mayor rentabilidad. Es paradójico el aumento del número de los depósitos, pero es el dinero para un día lluvioso que suele guardar el búlgaro. La gente tiene expectativas pesimistas y se aprieta el cinturón.

5 mil millones de euros es el dinero en efectivo de la población, según las estadísticas del Banco Nacional Búlgaro. En comparación con otros países europeos, especialmente de Europa Central y del Este, los búlgaros encabezan la clasificación por el dinero en efectivo que guarda en su poder.

“Para mí este fenómeno tiene sus raíces en la crisis financiera de 1997, comenta en entrevista a Radio Bulgaria Krasen Iotov de Industry Watch. – Hay muchos búlgaros que no confían en los bancos y prefieren tener su dinero en efectivo. No hay un aumento de los pagos electrónicos. Por ejemplo, en la República Checa, Polonia y Hungría más gente está usando tarjetas en vez de llevar dinero en efectivo consigo.

La riqueza inmobiliaria de los búlgaros se calcula en 71 mil millones de euros. Del 2008 a esta parte, el precio de las viviendas ha caído en un 40%, lo cual ha disminuido la riqueza de las familias. Bulgaria ocupa el segundo lugar, después de Irlanda, por la caída de los precios debido a la burbuja inmobiliaria.

¿Es poca o mucha la riqueza de los búlgaros en el Club de los Ricos?

“Gran parte de la diferencia se debe a la riqueza financiera y no tanto a la inmobiliaria, porque los búlgaros tienen muy pocos ahorros, explica Krasen Iotov. -  En los países europeos desarrollados hay mayor inversión en fondos de pensiones. En Bulgaria, mucha gente invierte sus ahorros en los bancos”.

¿Cómo quedamos comparados con los nuevos miembros de la Unión Europea?

Casi no nos diferenciamos de Rumania en riqueza financiera, pero la nuestra es cuatro veces menor en comparación con la de Republica Checa y Polonia.

“Esto se debe a la diferencia en los ingresos. De allí, la capacidad menor de los búlgaros  de acumularactivos financieros grandes. En los otros países, incluida Rumania, no han tenido una hiperinflación como la que hemos vivido en Bulgaria. Mucha gente perdió sus ahorros personales. Y eso influye sobre la riqueza nacional”.

En cuanto a la riqueza inmobiliaria, Bulgaria sigue los demás  países de Europa del Este porque los precios de las viviendas aquí son con un 20 a 30% más baratas.

“El único aspecto positivo es que en Bulgaria la mayoría de la gente tiene vivienda propia, añade Krasen Iotov. – La mayor parte de la riqueza inmobiliaria es propiedad de los búlgaros, una mínima parte está financiada mediante hipotecas. Por ejemplo, en Alemania, solo un 40% de la población tiene casa propia. Y eso constituye una diferencia significativa”.

Versión en español por Ekaterina Bobeva