Evaluación de 5 siendo la puntuación máxima de 6 se puso el primer ministro búlgaro Boiko Borisov al ponderar los primeros cien días de gestión del partido GERB. Destacó, entre los adelantos del gobierno, la estabilidad financiera en el país y la restauración de la confianza de Bruselas en Bulgaria lo cual se traduce en el aflujo efectivo a Bulgaria de recursos europeos. El premier expresó, igualmente con satisfacción, de que en octubre los ingresos al erario público superaron en 4 millones de euros los gastos, algo que ocurre por vez primera desde el pasado mes de julio cuando se registró un déficit récord.
Las valoraciones de políticos de diferentes partidos del cumplimiento de los compromisos electorales asumidos por el partido GERB resultaron contradictorias e iban de Hosanna a Crucifícalo.
Así, por ejemplo, Iván Kostov, líder del partido Demócratas por una Bulgaria Fuerte y copresidente de la llamada Coalición Azul calificó de éxito más importante del gobierno la conservación e incluso aumento de la credibilidad del gabinete y la consideró factor clave para la salida del país de la crisis. Kostov elogió al primer ministro por sus reacciones rápidas y certeras, las más de las veces.
No fue tan entusiasta la valoración de Martín Dimitrov, líder de la Unión de Fuerzas Democráticas, otro de los partidos integrantes de la Coalición Azul quien preguntó por qué no eran destituidos gobernantes fracasados, nombrados por el gobierno anterior para puestos a nivel local y nacional. Advirtió a los actuales gobernantes de que si aquéllos no eran destituidos esto deterioraría la imagen del partido GERB.
Desde el partido nacionalista Ataque reiteraron su respaldo incondicional a Boiko Borisov, mientras en el polo diametralmente opuesto se situaron los comentarios de los socialistas. Así el ex ministro de Finanzas Plamen Oresharski manifestó, en nombre del Partido Socialista Búlgaro, que no veía ninguna de las promesas electorales del nuevo gobierno realmente llevado a la práctica. Los antiguos gobernantes pusieron a este gobierno una cualificación de 2,5 de una puntuación máxima de 6 y acusaron a éste de haber desperdiciado esos tres meses y medio de gestión en acciones de revanchismo.
¿Qué prometió Boiko Borisov? Pues, mantener un presupuesto equilibrado, bajos impuestos, reducir las cotizaciones a la seguridad social y sanitaria, efectuar reformas estructurales, transparencia mayor, administración eficiente y de calidad, lucha contra la corrupción y la delincuencia, recuperación de la confianza de las instituciones europeas. Prometió asimismo que hasta finales del mandato de este gobierno Bulgaria contará con tres autopistas concluidas, con depósitos regionales para desechos sólidos y con estaciones depuradoras.
¿Qué consiguió hacer en los primeros cien días de gobierno? El primer ministro sigue disfrutando de un elevado respaldo público y ostenta, según los sondeos sociológicos más recientes, un índice de aprobación de un 75%. A pesar de la crisis en que se encuentra este país más del 40% de los búlgaros estima que Bulgaria avanza hacia una vida mejor. La mitad dice estar segura que el gobierno logrará resultados notables en reducir la corrupción. La mayoría de los búlgaros estima que el nuevo poder ha de pedir cuentas y responsabilidad del poder anterior. Los analistas se explican la alta credibilidad de Boiko Borisov con el hecho de que los búlgaros ven en él a uno de ellos. Por lo menos a esta etapa, el primer ministro de Bulgaria puede apostar también por un importante respaldo internacional.
Ya a comienzos de su mandato Borisov se reunió en Paris con el presidente galo Nicolás Sarkozy, y su homólogo italiano Silvio Berlusconi visitó Bulgaria. Representantes de la Comisión Europea no ocultan que depositan determinadas esperanzas en Boiko Borisov. Por su resolución, manifestada contundentemente, de reprimir la corrupción y la criminalidad Boiko Borisov consiguió que las instituciones europeas restauraran su confianza en Bulgaria y ello tuvo por resultado el desbloqueo de recursos de los fondos europeos.
Además, la CE sancionó la concesión a Bulgaria de 300 millones de euros en forma de compensación por el cierre de reactores de la planta nuclear búlgara de Kozloduy.
El actual gobierno inició su andadura al hacer una revisión de la gestión de la anterior triple coalición gobernante y salieron a flote casos escandalosos de abusos y malversaciones en las altas esferas del poder. Se emprendieron, como primeros pasos, reformas en las Aduanas y la Agencia Nacional de Cobros, con el fin de frustrar el contrabando. Se aceleró asimismo el comienzo de la ejecución de proyectos de infraestructura, como medida para dar un balón de oxígeno al sector de la Construcción, en hundimiento. El nuevo gobierno ha manifestado asimismo la voluntad de mantener una gestión más transparente. Ha sido el primer paso en este sentido la publicación de los estenogramas de las reuniones del Consejo de Ministros. El nuevo gobierno restableció asimismo el diálogo tripartito con los empresarios y los sindicatos.
¿Qué no logró hacer el gobierno de Boiko Borisov en estos primeros cien días? Lógicamente también existen críticas para el nuevo gobierno. Una de éstas reside en la inexistencia, todavía, de un programa de gestión y de un plan anticrisis. Al gobierno se le critica, además, de no funcionar como equipo y se señala que sus ministros frecuentemente se desmienten y contradicen unos a otros.
Los sindicatos, por su parte, se quedaron insatisfechos por el Presupuesto 2010 que sufre fuertes recortes. La inexistencia de claridad con respecto a algunos proyectos importantes, como, por ejemplo, el de la segunda planta nuclear búlgara, la de Bélene, constituye una de las deficiencias de los gobernantes, opinan los analistas. Todavía brillan por su ausencia representantes de las altas esferas del poder, convictos de prevaricaciones y abusos, con condenas efectivas.
Los pronósticos de los gobernantes apuntan a que Bulgaria afronte la crisis económica más dura a finales de 2009 y comienzos de 2010.Esto puede resultar un reto grave ante la popularidad de Boiko Borisov.
Versión en español de Mijail Mijailov
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