La reunión entre los primeros ministros búlgaro y macedonio en Skopie el 18 de enero se inició por un gesto de Macedonia del Norte que se había demorado más de dos años. A petición de Bulgaria fue depositada ante la ONU una precisión por escrito de que el nombre del país pactado en el Acuerdo de Prespa entre Grecia y Macedonia del Norte no encerraba ninguna clase de pretensiones territoriales hacia la porción búlgara de la región geográfica Macedonia, que también se ubica al norte de la frontera griega. El primer ministro de Macedonia del Norte, Dimitar Kovacevski, resaltó que “Bulgaria ha aceptado hacer uso del nombre breve de Macedonia del Norte en vez del otro, más largo, de República de Macedonia del Norte. Se confirma expresamente que ambos nombres son igualmente válidos y no se refieren a la integridad territorial de Bulgaria”.
Kiril Petkov, primer ministro de Bulgaria desea ver cumplido hasta el final el Tratado de Amistad y Buena Vecindad, suscrito en 2017. Esto se hará por medio de la constitución, el 25 de enero y en Sofía, de grupos de trabajo conjuntos, que hasta el año 2029 vayan contribuyendo y supervisando el cumplimiento de los proyectos planeados. Figura entre ellos la construcción de una conexión ferroviaria entre Skopie y Sofía, que registra ya una dilación de140 años. “Es un hecho el que resulta inconcebible que estemos en el siglo XXI y carezcamos de un ferrocarril entre las dos capitales. Esto debe quedarse como un ejemplo de una mala gestión de nuestras dos infraestructuras, que debe cesar”, ha resaltado Petkov.
“El paso dado por el Gobierno búlgaro desempeñará un papel educativo, en cierto sentido, ellos entenderán a qué tipo de sujeto están tratando y entonces ya podrán encontrar los caminos verdaderos. A estas alturas todo se enmarca, a mi juicio, en la esfera del romanticismo”. En estos términos se ha referido a la visita a Skopie de la delegación gubernamental búlgara, Iván Nikolov, director y editor de la revista “Bulgaria-Macedonia”. Él está viendo además una evolución en los medios informativos macedonios en cuanto al tema de los contactos bilaterales, a los cuales son invitados diferentes interlocutores, se hacen referencias a cosas que antes habían sido tabúes para una discusión. ¿Será el problema esencial, a fecha de hoy,la interpretación con respecto al cumplimiento del Tratado de 2017?
“En el debate en torno a los problemas entre Bulgaria y Macedonia del Norte nos estamos desviando de la fuente prístina de las causas. No se puede resolver un problema si se ignora su génesis use desconoce cómo ha ido evolucionando. Hay que decir que en la época de los primeros ministros Iván Kostov y Ljubčo Georgievski fue suscrito el mayor número de acuerdos y convenios, más demedio centenar de tales. Sin embargo, a fin de cuentas, es muy espeso el muro contra el que choca cualquier deseo búlgaro de un mejoramiento de las relaciones con la República de Macedonia del Norte”.
Al término de la reunión en Skopie el primer ministro de Bulgaria expresó que iba a mantener contactos personales con su homólogo macedonio a fin de que vayan siendo superados los problemas generados por el discurso del odio entre los dos países:
“El discurso del odio se gestó en la política impuesta ya en la época de Tito y hasta en años anteriores a esa época. Creo que es una tesis muy cómoda para sustituir el problema político por otro, histórico. Nosotros no negamos su identidad, que se remonta al año 1944. Es un problema aparte cómo fue impuesta esta identidad. Ellos forman una nación política, surgida en medio de determinadas condiciones ideológicas y geopolíticas. Sin embargo ellos pretenden extender su identidad también a las personas,que llevan ya un buen rato de muertas y las que cien veces se habían auto-determinado como búlgaros, entre próceres renacentistas y revolucionarios “, recuerda Nikolov.
Tras las conversaciones con la delegación búlgara el presidente de Macedonia del Norte,Stevo Pendarovski calificó en entrevista televisiva al primer ministro búlgaro como uno de los mayores optimistas que jamás había visto. Ivan Nikolov también ha calificado la situación como positiva. Está convencido de que en el seno de los anunciados grupos de trabajo bilaterales el primer ministro búlgaro y su equipo podrán encontrar la esencia delos problemas entre Sofía y Slopie y ”si en ese momento sigan teniendo el mismo entusiasmo podrán evaluar lo que será viable lograr”:
“Estoy convencido, en general, de que de una forma u otra en Macedonia del Norte se producirá una evolución porque ya van llegando las nuevas generaciones. Quienes escribieron sus gruesos libros van yéndose unos tras otros de este mundo. Ya en medio delas condiciones nuevas creo que se verificará un proceso. Será un proceso muy arduo, penoso y lento, y nosotros tenemos que encontrar las herramientas para influir en este proceso”.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: EPA/BGNES, Ivo Ivanov