Después del hombre de negocios Tsvetan Vasilev, dueño del quebrado Banco Comercial Corporativo y acusado de la apropiación indebida de 1 400 millones de euros, el magnate del alcohol Miñu Staykov, con bienes incautados por un valor de 70 millones de euros, la familia de los Arabadzhiev, millonarios en el sector del turismo, y la familia de los Banev, ricachos en el sector de la industria química, ahora está en el punto de mira de la Justicia búlgara Vasil Bozhkov, uno de los empresarios búlgaros más encumbrados, y tal vez el más acaudalado desde el comienzo de la transición a la democracia y la economía de mercado.
Se presume que su patrimonio se eleva a más de 1 000 millones de euros. Iván Gueshev, fiscal general de Bulgaria, ha emprendido actuaciones contra Bozhkov inmediatamente después de quedar depositadas ante el Parlamento enmiendas a la Ley de Juegos de Azar, en virtud de las cuales las loterías y quinielas en el país pasan a ser exclusivamente estatales. Hasta ahora Bozhkov gestionaba el grueso de este tipo de negocio en Bulgaria, que mueve más de 500 millones de euros al año, y no ha disimulado su ira ante la propuesta nacionalización y monopolización de los juegos de la suerte.
Vasil Bozhkov es asimismo figura importante en los seguros y el sector de la construcción en Bulgaria. Posee, al mismo tiempo, la colección privada más importante en el país de cuadros y objetos antiguos, tasados en sumas que van de 200 a 600 millones de euros, la cual están siendo ahora decomisada por el Estado. Gracias al patrocinio de Bozhkov sigue existiendo uno de los clubes de fútbol más queridos en Bulgaria, el FC “Levski”. El propio Bozhkov, mientras tanto, había abandonado Bulgaria, pero su paradero fue localizado en los Emiratos Árabes Unidos, EAU, donde se procedió a su detención en conformidad con una orden de arresto internacional de la Fiscalía de Bulgaria. Ahora se está a la espera que Bozhkov sea extraditado de los EAU.
Contra este empresario se han formulado siete cargos: dirigir un grupo delictivo organizado, coacción, extorsión, intento de cohecho de un funcionario, incitación a delito en el cumplimiento de funciones, delitos fiscales y evasión de impuestos. Según la Fiscalía, los impuestos sin pagar al erario público por parte de las empresas de juegos de azar de Boshkov superan los 300 millones de euros. La ofensiva del fiscal general contra Bozhkov ha llegado al extremo de que hasta se le ha acusado de homicidio y violación.
Al referirse a “los oligarcas búlgaros”, el fiscal general en persona ha resumido la situación en los siguientes términos: Nadie es intocable por la ley y si ha existido un período así en la historia búlgara posterior al año 1989, ya pertenece al pasado. Bulgaria va cambiando. Quien no lo haya visto y no lo haya entendido, si viola la ley cargará con las consecuencias y se enfrentará al tribunal búlgaro.
Todas estas acciones espectaculares llevadas a cabo por las autoridades provocan reacciones encontradas en el seno de la sociedad. Los búlgaros, en principio, se muestran recelosos con respecto a las personas acaudaladas, convencidos de que sus millones no son fruto de un trabajo honesto, y al parecer, aprueban las represalias que apunten contra esas personas pudientes. Sin embargo, también hay personas que abrigan sus dudas de que los órganos de la Justicia puedan desentrañar delitos económicos y financieros tan enmarañados y consideran que la burbuja mediática de turno acabará en nada y que, en última instancia, los delincuentes no cargarán con la culpa por sus transgresiones de las leyes.
Versión en español por Mijail Mijailov
