Al Este, las fronteras de Bulgaria están delineadas por las aguas del Mar Negro, por lo que no es casual que haya muchas leyendas que nuestro pueblo cuenta de este mar. Según una de ellas, el mar se llama Negro debido a los muchos naufragios que se produjeron en él.
¿Qué secretos guardan las aguas del Mar Negro? Esta pregunta también es formulada por el multimillonario Hans K. Rausing, fundador de la Fundación Expedición y Educación. En busca de una respuesta, Rausing crea y patrocina el Black Sea MAP, uno de los proyectos de arqueología marina más grandes del mundo. El profesor John Adams, de la Universidad de Southampton, fue nombrado como supervisor del mismo. Según los planes iniciales, el proyecto debería realizarse en Turquía. Después de tener problemas con la burocracia turca, el equipo decidió que el estudio se efectuaría en aguas búlgaras del Mar Negro. Bulgaria resuelve rápidamente los asuntos administrativos, dando luz verde a la investigación que se extienden de 2015 a 2017.
En cuanto a la parte búlgara, la dirección de Black Sea MAP fue confiada al profesor Ludmil Vagalinski, entonces director del Instituto Nacional de Arqueología con museo de la Academia de Ciencias de Bulgaria y al Dr. Kalin Dimitrov del Centro de Arqueología Submarina de Sozopol. Los investigadores llevan a cabo su investigación con equipos de última generación montados en una plataforma robot de control remoto que se mueve sobre el propio fondo. Recopilan datos de los naufragios y el cambio del nivel del Mar Negro desde el final del último período glacial. 
Según el Dr. Kalin Dimitrov, durante este período, las delimitaciones de la actual franja búlgara del Mar Negro estuvieron sujetas a importantes cambios:
El nivel del Mar Negro tiene un mínimo de más de 100 metros de profundidad en el pico de la glaciación. En aquel entonces, gran parte del agua en el hemisferio norte se acumula como hielo. En la siguiente etapa, con el derretimiento del hielo, el nivel del mar sube, pero la conexión con el Bósforo queda interrumpida. Probablemente, hubo algún momento en que el Mar Negro fuera de agua dulce porque las aguas que fluían eran más que la evaporación. En realidad, en un momento dado, tuvo un nivel más alto que el del Mediterráneo. El Bósforo estuvo abierto, pero por ahí pasaba agua hacia el Mediterráneo. Luego, con el derretimiento del hielo, el nivel del océano aumentó y el proceso se invirtió. El Mar Negro se convirtió en un mar de agua salada.
Lo que más impresiona a los investigadores es:
La enorme cantidad de barcos de madera hundidos, que cubren prácticamente gran parte del período histórico en el Mar Negro, y su estado extremadamente bueno, dice Kalin Dimitrov. Durante el segundo y tercer año, examinamos 61 barcos que se relacionan con el tiempo en que colonos griegos habitaban la orilla hasta el s. XIX. Estos barcos se encuentran a profundidades de más de 2 km a 40-50 m en dos grandes zonas que hemos explorado. Una de ellas se encuentra frente a la costa sur de Bulgaria y, la otra, a lo largo de la costa norte, en el trayecto del gasoducto no realizado "Corriente Sur".
La referencia temporal de estos barcos coincide con lo que se ve en los sitios arqueológicos en tierra. Por éstos se puede juzgar de los picos en el desarrollo económico en la zona del Mar Negro durante la época romana y bizantina temprana, sobre los contactos con Europa Occidental, los primeros, de acuerdo a los naufragios, se refieren al s. XIII. Este es uno de los lados por los que se puede ver la historia de la costa del Mar Negro, dice Dimitrov, y agrega:
El naufragio más temprano que hemos estado investigando, lo llamamos el Barco de Odiseo. Es un barco de principios del s. IV a. C., que se encuentra a una profundidad de unos 1700 m en la zona norte. Probablemente fue militar o o mercante-militar. De hecho, es idéntico al barco que se puede ver en un famoso jarrón griego de figuras rojas, guardado en el Museo Británico. En él están representados Odiseo y las sirenas.
Paralelamente a la exploración de barcos en alta mar, comienza un proyecto para excavar un sitio arqueológico descubierto a fines de los años 70 frente a la desembocadura del río Ropotamo, un asentamiento de la temprana Edad de Bronce. Los científicos esperan que, con esto, la investigación de las riquezas arqueológicas submarinos del Mar Negro no llegue a su fin y que se encuentren nuevos patrocinadores privados listos para apoyar la continuación del proyecto Black Sea MAP.
Versión en español por Ludmila Sávova
Fotos: Black Sea MAP y Centro de Arqueología Submarina de Sozopol
