A diferencia de muchos otros, Historias de duendes no es un juego competitivo. Para llegar a un final exitoso, los participantes deben aprender a ayudarse mutuamente y trabajar en equipo.
Historias de duendes es, en su esencia, un juego cooperativo, es decir, trata de enseñar a los niños a superar a su propio ego, a actuar juntos para conseguir el objetivo común –explica Nikola Raykov– . Esto es importante porque vivimos en un mundo demasiado competitivo. Un gran número de los libros, películas y juegos infantiles abundan en personajes malvados y cosas negativas, y este juego busca el equilibrio y muestra que una historia puede ser interesante incluso cuando faltan las confrontaciones.
Las reglas del juego son simples: los duendecillos deben ir salvando los obstáculos en el camino y llegar a la meta en un número determinado de movimientos. Todos los jugadores lanzan a la vez sus dados, discuten la situación, y pueden intercambiar los números que les tocaron para ayudar a un jugador rezagado, evitar las trampas o adquirir objetos de los duendes. El juego finaliza con éxito sólo en el caso de que todos los jugadores logran llegar a la meta, de lo contrario el juego es fallido.
Es inusual, también, el tablero de juego, elaborado como un rompecabezas.
Fue una decisión bastante accidental –cuenta Nikola Raykov– . En un momento resultó que el tablero era demasiado grande, y la única forma de que pudiera caber en la caja era haciéndolo de más piezas, como un rompecabezas. En realidad, el resultado fue muy interesante, fue una solución muy amena: antes de comenzar el juego en sí, los niños tienen que montar primero el tablero de juego. Es un mini juego que precede el propio juego.
Las bellas ilustraciones son obra de la talentosa artista Maya Bócheva que ha colaborado con Nikola Raykov también en otras ocasiones. Ella comenta cuáles fueron los desafíos que afrontó mientras trabajaba en el proyecto.
El primer desafío fue el formato. Es un juego enorme. Para poder ensamblar un proyecto tan grande tuve que dibujarlo sobre numerosas piezas –dice– . De ahí en adelante, el placer fue excepcional porque el juego ofrece una gran variedad de retos y opciones, y me permitió dar rienda suelta a mi imaginación. Luego está lo desconocido. Sé lo básico sobre la historia pero no tengo ni idea del desarrollo del juego. Así que yo misma estoy esperando con impaciencia cuál será la sorpresa.
Las primeras pruebas del juego Historias de duendes son exitosas.
Con mi hijo y mi esposa probamos el prototipo ya en las diferentes etapas de creación del juego −dice Nikola Raykov– . También jugamos con los amigos de mi hijo. Para gran alegría mía, el juego les gustó mucho. De modo que estoy muy contento con las primeras pruebas.
Al final, Nikola Raykov recuerda que el objetivo de jugar no es ganar, sino divertirse y disfrutar el juego.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo personal