Del 14 de septiembre al 22 de noviembre, en la Galería Municipal de Arte de Sofía se puede ver la exposición Christo y Jeanne-Claude: gráficos y objetos 1963-2014. Es la primera muestra en Bulgaria de esta pareja de artistas de fama mundial.
Christo y Jeanne-Claude son gemelos astrales: nacieron el mismo día y año, 13 de junio de 1935, él, en el seno de una familia de industriales búlgara, de la ciudad central de Gábrovo, ella, en Casablanca (Marruecos), en un clan de militares franceses. Ambos son ciudadanos estadounidenses. En 2009 Jeanne-Claude fallece. “Hablando de ellos, siempre uso la palabra libertad”, dice en una entrevista a Radio Bulgaria la crítica de arte María Vasíleva, y define a Christo como un clásico del arte contemporáneo.
“Él es la persona que parece haber extendido hasta el límite extremo nuestra noción de libertad, de defender lo que uno quiere hacer –prosigue María Vasíleva–. Su lugar en el arte se relaciona con la idea de máxima libertad de los siglos ХХ y ХХI, con la buena voluntad y la posibilidad de permitirnos hacer las cosas simplemente porque eso es lo que queremos hacer. Tanto Christo como Jeanne-Claude a menudo han declarado que sus trabajos existen sólo porque ellos quieren que existan, no porque así lo haya deseado o encargado otra persona. Los dos han logrado realmente preservar su libertad creativa de una manera espectacular, renunciando a todo tipo de patrocinio y relaciones comerciales, un fenómeno único en su género, en mi opinión. No conozco a nadie más como ellos en la historia del arte contemporáneo ni en el arte en general. Esto significa defender la posición que se tiene, no es sólo un capricho o truco comercial. Está relacionado con una sensación, profundamente arraigada en los dos, de ser absolutamente independientes. Han logrado conservarla. La exposición muestra hasta dónde alcanzan sus sueños. Y ellos pueden soñar porque son libres y se han ganado este derecho”.
La exhibición está integrada por obras de ambos artistas, así como por fotografías de obras suyas hechas por Wolfgang Volz. Las más tempranas son del año 1963 y las últimas, de 2014. Entre sus proyectos a gran escala y de mayor popularidad figuran el edificio del Reichstag y el puente de Pont Neuf empaquetados, Los Paraguas, en el Japón y los EE.UU., Las Islas Rodeadas, en la Bahía Vizcaina de Miami, Las Puertas, en el Central Park de Nueva York, la Cerca Corredera, en California, El Muro, en Alemania… Están en proceso de realización Los Muelles Flotantes, en el Norte de Italia, el proyecto Mastaba en los Emiratos Árabes Unidos, Sobre el Río, que será construido en el río Arkansas, en Colorado… Y esto no es más que una pequeña parte de la trayectoria creativa de la pareja.
En su larga convivencia y trabajo en común, Christo y Jeanne-Claude han realizado 22 proyectos; para otros 37 se les ha negado el permiso. No obstante, continuaban trabajando desde la mañana hasta bien entrada la noche.
“Lo más importante es el proceso creativo –señala María Vasíleva–. Lo que hace a esta exposición tan valiosa es que muestra precisamente este proceso continuo, la forma en que surgían las ideas para ser puestas sobre el papel, el largo camino que recorre una idea antes de que pueda materializarse o no en el espacio público. La exposición incluye muchos proyectos que nunca vieron la luz, ni siquiera se hicieron intentos para ello. No obstante, revelan muy claro en qué dirección avanzaba el pensamiento creativo de los dos artistas, un tándem maravilloso en el que hay un equilibrio increíble entre el originar una idea, llevarla a un nivel conceptual y luego, haciendo uso de las habilidades de Christo como pintor, visualizar esta idea sobre el papel”.
Christo y Jeanne-Claude tal vez sean los artistas que han discutido de forma muy activa sus proyectos públicamente. Debido a las características específicas de su trabajo, a lo largo de los años han tenido que reunirse con políticos, ambientalistas, periodistas y personas de a pie en cuya tierra han querido ejecutar un proyecto. De esta manera han contribuido considerablemente a la promoción del arte contemporáneo y a su explicación al público.
La actual exposición sucedió de forma un tanto inesperada y fue relativamente fácil de organizar. Christo cubrió una gran parte de su financiación. Además, cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Sofía y la Fundación América para Bulgaria. Aunque desde la distancia, el propio artista ordenó la exposición con fina precisión.
“En realidad, el lugar de cada obra que se puede ver en las paredes fue seleccionado por el propio Christo, según los planos de la Galería –comenta María Vasíleva–. Para nosotros sólo quedó el placer de ponerlas. Así que, aunque desde la distancia, él supervisó todo el proceso. El que él mismo haya elaborado planos precisos en escala de 1:4 de cómo disponer cada obra, evidencia en gran medida la clase de hombre que es y es indicativo de su profesionalidad. Christo no tiene ayudantes, nunca los tuvo, y afirma que mientras esté vivo y sano cada una de sus exposiciones es su responsabilidad personal y que es su deber hacerlo todo él mismo, del principio al fin. Es un comportamiento muy profesional y muy modesto a la vez, una postura muy humana frente a su trabajo y en la forma en que los proyectos y las obras de los dos se presentan ante el público”.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: BGNES y BTA