La afamada escuela de Galatán de la ciudad de Kótel, construida en 1869, alberga desde hace algunos días la exposición Alfombras y tejidos de época de Kótel. Vera Táskova, curadora del museo, presenta el arte de los maestros tejedores lugareños:
Kótel es el centro más antiguo de la tapicería en Bulgaria. La exposición muestra el desarrollo de la artesanía del tejido: desde la alfombra común y corriente, pasando por las clásicas de Kótel, que han cobrado fama mundial, hasta sus versiones contemporáneas. Aquí están presentados, por ejemplo, artículos que tienen entre 150 y 200 años y que reflejan los modelos más antiguos, más populares y suntuosos como “Collares”, “Cáscara de sandía”, “Fuentes” y “Estrellas onduladas”, entre otras. En un telar vertical se muestra la técnica de tejer; también están exhibidas exquisitas telas e iconos de maestras genuinas, que marcan un punto culminante en el desarrollo moderno del arte de la tapicería.
Esta colección de alfombras es la única de su género en el país y atrae a multitudes de visitantes. El alto valor artístico y la singularidad de las alfombras clásicas de Kótel, la realización virtuosa de los tapices evidencian un dominio del arte de hilar de los maestros tejedores locales que roza la perfección.
¿Cómo los colores entretejidos en estas alfombras han resistido las pruebas del tiempo?
En realidad, sólo en nuestra alfombra más antigua, de casi 250 años, los colores son del todo naturales. Estos colores son algo más opacos, más pálidos pero aún así extremadamente resistentes. La más nueva de nuestras antiguas alfombras tiene 110 años pero todos los colorantes usados son brillantes y enteramente químicos. En la inmensa mayoría de las alfombras que se exhiben aquí hay tanto colorantes naturales como químicos ya que son de este período de transición cuando las tejedoras seguían utilizando los que habían hecho ellas mismas, pero en el mercado poco a poco empezaban a aparecer los primeros tintes elaborados en forma industrial. En cuanto a los colorantes naturales, el verde se obtiene de cebolleta, el marrón, de cáscaras de nuez, de una manera interesante se obtiene el color negro: directamente del hollín de la chimenea, y el azul, de la planta centaurea.
¿Cuál es la diferencia entre las alfombras de Kótel y las manufacturadas en la villa de Chíprovtsi? (Éstas últimas fueron incluidas por la UNESCO en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad en abril del presente año.)
Hay una serie de diferencias – a pesar de que con el tiempo éstas van diluyéndose– : en la ornamentación y el colorido pero, básicamente, en la técnica de tejer. La forma en que se tejen las alfombras en Kótel es única para Bulgaria y a nivel mundial. La diferencia de la alfombra de Chíprovtsi consiste en que en lugar de tener los hilos en la base pegados uno al otro, éstos están agrupados en pares, mientras que en Kótel el tejido es principalmente de dos en dos. Las de Kótel son un poco más gruesas pero al mismo tiempo tienen más calados, más agujeros. Los agujeros tienen un tamaño determinado que no debe ser rebasado para no debilitar el tejido. Cuando se teje en par hay muchas más posibilidades de presentar figuras mucho más pequeñas, resaltar detalles y matices... Esto es lo que hace las alfombras de Kótel tan lujosas por su ornamentación.
Según Vera Táskova, la tradición de la tapicería sigue viva en Kótel. La cooperativa que lleva el nombre de la ciudad, fundada en 1933, existe hasta hoy en día. Además, un 70 a 80% de los visitantes de la exposición son extranjeros, que a menudo se van con una bonita alfombra, como un recuerdo más de Bulgaria.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Shefkié Chakar y ranica.eu