Update Required To play the media you will need to either update your browser to a recent version or update your Flash plugin.
Guena Dimitrova fue una cantante lírica búlgara de fama mundial cuya voz cautivadora, enorme, rica en timbres y desbordante de emociones ha hecho estremeserse a quienquiera haya presenciado sus actuaciones; fue una artista que los amantes del bel canto asocian con las mejores interpretaciones de las grandes partes femeninas de ópera. Dicho en breve, Guena Dimitrova una diva, una leyenda...
La carrera de esta gran artista comenzó apenas se graduó por el Conservatorio de Sofía. A los 26 años de edad, con el estatuto de aprendiz en la Ópera de Sofía hizo su debut interpretando una de las más difíciles partes de soprano, la de Abigaille de la ópera Nabucco, de Verdi. En 1970 este papel le valió el primer premio en el Concurso Internacional para Jóvenes Cantantes de Ópera. El extraordinario talento de la joven artista impresionó al prestigioso jurado internacional formado por reputados cantantes líricos, directores y administradores de grandes teatros y poco a poco fue allanándole el camino a los reconocidos escenarios de Europa y América.
Guena Dimitrova tuvo un extraordinario destino. Nacida en el seno de una familia de campesinos, llegó a las más altas cimas del arte vocal operístico y su nombre era sinónimo de prestigio. Se convirtió en un modelo a seguir, sobre todo cuando se trata del repertorio de Verdi y Puccini. En 1973 subió por primera vez al escenario del teatro La Scala, de Milán. A partir de ese momento comenzó su exitosa carrera que la condujo a las mejores y más famosas salas de Europa y América del Sur y a compromisos permanentes con La Scala, el Covent Garden de Londrés, la Ópera Estatal de Viena y la Ópera Metropolitana de Nueva York - teatros en los que entraba triunfante, pasando por la alfombra roja, como una verdadera diva. A finales de los años 70 y principios de los 80 ya es una artista consagrada y una de las cantantes líricas más populares del mundo.
En su más de un cuarto de siglo de carrera, encarnó a más de 32 papeles de soprano dramática, especializándose sobre todo en el repertorio italiano. De éste ha protagonizado 16 obras de Verdi: fue Lady Macbeth y Aída, Leonora, de El trovador, y Amelia, de Baile de Máscaras, entre otros personajes; ha actuado también en Los lombardos y Oberto, conde de San Bonifacio, dos óperas interpretadas en raras ocasiones. Desde 1982 entró a formar parte de la compañía de La Scala de Milán donde compartió escenario con Luciano Pavarotti y Plácido Domingo, dirigida por batutas de la talla de Muti, Abbado y Maazel o trabajando con directores como Giorgio Strehler. Sus giras la llevaron de Sofia a Nueva York, de Milán a Buenos Aires, de Tokio a Moscú, de Munich a El Cairo. En su carrera artística la aclamada cantante ha recibido grandes reconocimientos, entre otros, el de destacada intérprete de las obras de Verdi, y también el premio Puccini. En el ocaso de su vida se dedicó a secundar a los cantantes noveles ayudando a más de uno a emprender el gran camino del éxito. Guena Dimitrova era una personalidad brillante, de talento inigualable, una artista que entró en la historia del mundo de la ópera.