El Sábado Santo Cristo desciende al infierno y salva a los justos

En la Iglesia Ortodoxa los oficios del Sábado Santo comienzan el viernes por la noche con la Vigilia Pascual. La Iglesia conmemora el entierro de Cristo Salvador y su descenso a los infiernos para salvar a los justos allí encarcelados, que murieron antes de Su obra expiatoria.
José de Arimatea y Nicodemo, tras pedir permiso a Pilato, bajaron el cuerpo de Cristo de la cruz, Lo ungieron con ungüento perfumado, Lo envolvieron en un nuevo sudario de lino y Lo depositaron en una nueva tumba excavada en una roca del huerto de Getsemaní. Cuando era depositado en el sepulcro estuvieron allí presentes las mujeres seguidoras Suyas y la Virgen María, con lágrimas en los ojos, y con el corazón atravesado por la angustia.
Después de su entierro, los judíos sellaron el lugar con una enorme piedra y colocaron guardia allí para que los discípulos del Salvador no se llevaran Su cuerpo y luego dijeran que había resucitado. Ellos se negaban a aceptar que el Señor de la vida estuviera en la tumba, pero Él pronto sería glorificado por el milagro de la resurrección.
Para la Iglesia Ortodoxa, el Sábado Santo es el "séptimo día más bendito" en el que Dios Hijo yace en el sepulcro como un Hombre muerto y, al mismo tiempo, salva al mundo y abre las tumbas de los justos a la vida eterna.
El sábado por la mañana se celebra la Santa Misa. Entonces los sacerdotes cambian las vestiduras oscuras por las vestiduras pascuales claras. Dan la comunión a los ancianos y enfermos que no podrán asistir a la misa pascual de medianoche en la noche del sábado. También se cambia el velo de las Puertas Reales al Altar. Durante el oficio, el sacerdote lanza las flores de la Sábana Santa hacia los fieles como expresión de una alegre anticipación de la Resurrección de Jesucristo.
El sábado por la tarde comienza el servicio pascual festivo, que continúa hasta las primeras horas de la Resurrección de Cristo.
Autor: Alexandra Karamihaleva
Versión en español: Alena Markova
Fotos: wikipedia.org, mitropolia-sofia.org, archivo