El primer ministro insta al Parlamento que regule legislativamente el estatuto del nombre de la Iglesia Ortodoxa Búlgara
La postura del Gobierno es constante. La Iglesia Ortodoxa Búlgara es una y es indisoluble, y su unidad es de suma importancia para la sociedad. Tomando en consideración los principios del Estado de derecho y la división de poderes, la resolución del caso con las dos iglesias ortodoxas registradas es de la competencia del Parlamento, declaró el primer ministro interino Dimitar Glávchev que compareció en la sala plenaria. El primer ministro recordó que la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos decretó por unanimidad que Bulgaria al negarse a registrar la Iglesia del Estilo Antiguo (que se atiene al calendario Juliano) viola la libertad de pensamiento, de conciencia y confesión que están reguladas en la Convención Europea de Derechos Humanos. Por esto Glávchev reclamó que el Parlamento resuelve legislativamente el asunto de la protección del nombre de la Iglesia Ortodoxa Búlgara.