Agnés Desarthe sobre el tiempo, la música y la luz

L'Eternel Fiancé es la primera novela publicada en búlgaro de la famosa escritora Agnés Desarthe. La traducción es de Silvia Koleva. La historia comienza en la sala ritual de la alcaldía donde un chico declara sus sentimientos amorosos a una chica durante un concierto navideño. Los dos tienen 4 años de edad. Él se llama Etienne y el nombre de la relatadora, es desconocido. 


Es traductora, incluso de Virgina Wolf, y es autora de más de 50 libros para niños y adultos. Agnés Desarthe es portadora de múltiples premios literarios. La escritora estuvo en Sofía para reunirse con sus lectores búlgaros en el marco del Festival Literario de Sofía.  

No es fácil relatar una novela, pero todo comienza con una cita: 

“Todo comienza con una declaración de amor, cuenta Agnés Desarthe. Un chico desconocido le dice a una chica que la ama porque tiene los ojos redondos. La niña responde con cierta crueldad: “Yo no te amo porque tu pelo está despeinado”. Todo esto podría haber terminado hasta aquí, pero los dos protagonistas que no se conocen y se ven por primera vez se encuentran en varias ocasiones después. Su amor no se ha hecho realidad, no es mutuo, no está sincronizado en el tiempo. A pesar de que no da muchas posibilidades a los héroes permite al autor y tal vez al lector que piensen en los tiempos en nuestra vida, sobre las distintas ideas que tenemos en dependencia de la edad: si somos niños, adolescentes, adultos o ancianos y pensar en el tiempo. Con esta novela examino este tema”.  

La relatividad del tempo sobre el cual habla Thomas Mann en La montaña mágica es un tema literario universal a juicio de Agnés Desarthe. El escritor tiene la capacidad sobrenatural de manipularlo:

“Como seres humanos estamos subyugados al tiempo, no podemos hacer nada para detenerlo o acelerarlo, pero el escritor sí puede”, explica la autora. Es tal vez el único campo en que logramos hacerlo. Somos capaces de lograr que un minuto dure toda una eternidad. Cuando era niña siempre me impresionaba cuando leía cuando leía en un libro: “Diez años después”. Me decía: “Que bueno sería”. 


“La música es sumamente importante en primer lugar en mi vida personal”, declara la escritora. Tengo la sensación de que siempre he escuchado y ejecutado música y en determinados momentos incluso tenía la sensación de que la música es más importante que la literatura, pero tal vez esto sea solamente una sensación. Para este libro es importante el Cuarteto de Fany Mendelssohn, una obra que adoro, que era como guía en el proceso de escribir.

Agnés Desarthe, quien traduce literatura inglesa, señala que la tarea del traductor es distinta a pesar de que es similar a la del escritor. El instrumento es el mismo: el idioma. La diferencia, sin embargo, es que el traductor no está completamente responsable por el texto.

“Creo que cuando escribimos tenemos un enemigo, un enemigo muy cercano que somos nosotros mismos”, agrega ella. “Cuando traduces falta el ego que no te deja en paz si eres escritor. Uno puede respirar tranquilamente, no se siente la obligación, solamente el placer del idioma, por esto a veces traducir es casi más agradable que escribir”.


¿Cuáles son sus expectativas de Sofía, una ciudad que no le es absolutamente desconocida?

“He venido antes. Creo que era en 1995. Quedé unos días en Sofía y la ciudad me gustó mucho. Había un mercado de libros que me gustó mucho. Me dijeron que el lugar había cambiado o que no existe de la misma manera. Di un paseo. Lo que llama atención son todas las tiendas, que son iguales en todas partes del mundo. Más colores, más luces. Persiste la arquitectura, las calles pavimentadas y al mismo tiempo la luz. La peculiar luz de la ciudad no ha cambiado”.

Fotos: Festival Literario Internacional en Sofía, institutfrancais.bg

Traducido y publicado por Hristina Táseva 

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