Exitosa carrera en el ámbito de las Ciencias Naturales, extensa actividad investigadora en el campo de la química analítica, profesora de química orgánica de la Universidad de Blagoevgrad: esta es una parte de la impresionante biografía de la Dra. Katia Lekova. Sin embargo, los reconocimientos y los éxitos en la ciencia no son suficientes si falta un mensaje especial dirigido a los búlgaros actuales y futuros. El mensaje de la Dra. Katia Lekova es: hagan bien y donen, ya que solamente el bien es recordado y llega a los corazones de las personas.
En 2018 la Dra. Lekova envió a una subasta benéfica en Londres un cuadro suyo que pintó sobre vidrio con una técnica elaborada personalmente por ella. El cuadro fue comprado por un representante de la nobleza de la capital británica y el dinero fue donado a los niños en Bulgaria.
Una de las nuevas donaciones de esta dama de espíritu aristócrata fue enviada al Museo de la ciudad de Pomorie. Eligió precisamente este museo por la buena organización y la profesionalidad de las personas que trabajan allí. “La colección que doné consta de 28 muestras relacionadas con la vida tradicional de los búlgaros, su cultura y arte. Una gran parte de éstas fue elaborada por mi madre que nació en 1911.
Decidí donar los encajes elaborados por mi madre porque ilustran muy bien el alto nivel estético de la búlgara de principios del siglo pasado. El encaje fue utilizado en la decoración de las casas de nuestros padres hace unos 100 años.
La elaboración del encaje denominado point lace es un oficio casi caído en olvido hoy en día y pertenece a la especie de Tejeduría Artística. Es similar al encaje de Bruselas y se elaboraba en Bulgaria en la época del Renacimiento búlgaro. Lo peculiar en este tipo de encaje es que primero se elaboran bellos tejidos que después se conectan de una manera especial con una aguja. Se utilizaban solamente hilos blancos, ya que el encaje tenía que ser blanco. Las muestras que doné al Museo de Pomorie ya conforman una colección y estoy contenta de haber podido conservar la memoria de mi familia que forma parte de la memoria de nuestro pueblo.
La Dra. Katia Lekova relaciona la belleza de los objetos utilizados en la vida cotidiana con el colorido de los trajes folclóricos búlgaros con los cuales los conjuntos de baile cautivan los corazones del público por el mundo. “Es una gran alegría que todos nos valoren diciendo que la belleza y el colorido de los búlgaros no tienen parangón”, dice Katia Lekova.
“Por esto tanto en mi trabajo como en las donaciones que hago me guía el pensamiento de conservar los rasgos típicos búlgaros y obrar bien. Cuando alguien hace algo por el bien de todos no debe esperar una recompensa.
Se puede decir que la donación es un rasgo de mi familia. Mis ancestros eran donantes del Monasterio de Rila. Me siento muy orgullosa con ellos y he llevado a mis hijos y nietos al monasterio donde están sus retratos”.
Versión al español de Hristina Taseva
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