Con su reciente voto, los búlgaros han mostrado con contundencia que quieren ver un cambio radical en el gobierno del país. Al mismo tiempo, la nueva configuración parlamentaria plantea numerosas incógnitas, sobre todo de cómo se podrá conseguir un equilibrio entre la merma de los ingresos y el aumento de los gastos del Presupuesto Público.

”El hielo se resquebrajó hace ya tiempo –ha comentado en una entrevista con Radio Nacional de Bulgaria el economista Grigor Saríyski– . En el programa electoral de los hasta ahora gobernantes y los anteriores a ellos estaban recogidas bastante promesas, que en once años nunca se cumplieron. El programa del GERB fue promovido una veintena de días antes de las elecciones, y ello, eufemísticamente hablando, mostraba una falta de seriedad. Además, este programa tenía que ser nítido y visible en sus documentos estratégicos, por ejemplo, en los Presupuestos 2021. ¿Por qué se hacen promesas que se encontraban omitidas en los documentos del hasta ahora partido gobernante?”.

A pesar de que el programa del GERB se encuentra bien ordenado y traduce una capacidad administrativa, el economista Grigor Saríyski opina que “nuevamente hay promesas generosas inviables que solo se pueden cumplir sobre el papel”.

”Cuando hablamos de economía vemos los parámetros clave en su programa: crecimiento del PIB de los 60.000 millones de euros (cuantía para 2020) a 100.000 millones. El aumento del salario mínimo interprofesional y del salario medio ya lo vimos en el anterior mandato. Sin embargo, lo que uno puede comprarse con este aumento no es muy diferente. Al final del tercer mandato de los gobernantes, el porcentaje de quienes no lograban pagar sus facturas comunales es idéntico al que se registraba al comienzo de su primer mandato en 2009. En cifras han cumplido, pero esto no se ha traducido en el bienestar para los búlgaros”.

Respecto al programa del partido político Hay tal Nación, al que los electores han asignado el segundo puesto en los recientes comicios, sus énfasis son: gestión adecuada, desarrollo sostenible, reformas estructurales de gran envergadura, fomento de las empresas emergentes de potencial innovador, digitalización, entre otros. En la plataforma electoral del Partido Socialista Búlgaro, al que los electores han asignado el tercer puesto, destacan una imposición fiscal más justa (reducción del impuesto de los padres trabajadores e imposición tributaria progresiva según el monto de los ingresos), actualización de las pensiones, círculos infantiles y libros de texto gratuitos y potenciación de la inversión pública en sectores clave de la economía. El resto de los partidos también destacaron los problemas en la educación, la Sanidad y los servicios sociales. No obstante ello, el economista Grigor Saríyski señala que en los objetivos marcados brillan por su ausencia los números que los apoyen.

”No sólo hay que acceder al poder, sino que hay que contar con las herramientas para ejercerlo. En estos once años de gobierno, GERB consiguió crear un engranaje bien engrasado, y cualquier advenedizo afrontará enormes problemas para accionarlo y que funcione en beneficio de sus objetivos e intereses. Para el partido Hay tal Nación, así como para el resto de partidos opositores, la batalla aún está por empezar. Cualquiera que sea la cartera que obtenga para administrar, este partido chocará con un muro de resistencia pasiva”.

Conforme los pronósticos del Ministerio de Hacienda para el primer trimestre de 2021, el gasto público aumenta en 1.100 millones de euros. Según Grigor Saríyski esto se deriva del aumento de las pensiones, los programas de respaldo a la Empresa, el crecimiento de los sueldos de los funcionarios públicos. Quien asuma del país deberá procurar encontrar un equilibrio del Presupuesto Público y hacerlo, empero, con ingresos que se reducen y gastos que se disparan.

Adaptado por Darina Grigórova en base a una entrevista de María–Mira Jrístova

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BGNES