La presidencia del Consejo de la UE es, por igual, un privilegio y una responsabilidad seria para cada uno de los países miembros de la UE. Cualquiera de estos países dispone de 6 meses en conseguir solventar los temas de la agenda corriente de la UE, igualmente, intente imponer y defender sus prioridades para el desarrollo de ésta en los próximos años. La Presidencia es una lección importante que uno no podrá encontrar en ningún  manual ni podrá tomar conciencia por completo con su significación si examina la experiencia de los países que hayan presidido el consejo de la UE hace seis meses, un año o cinco años.

¿Qué ha logrado Bulgaria en los pasados seis meses en los que ha centrado la atención de más de 500 millones de europeos y las visitas a este país de multitud de delegaciones a diferente nivel se han convertido en algo habitual para la capital de Bulgaria? Es la pregunta que Radio Bulgaria ha hecho a Ognyan Zlatev, jefe de la misión de la Comisión Europea en Sofía, quien  contesta:

Los éxitos de la presidencia búlgara son bastantes y de ellos nos iremos enterando en lo sucesivo. No hay que olvidar que, a fin de cuentas, una parte enorme de la Presidencia que ejerce determinado país miembro se relaciona con la celebración  de conversaciones de diferente índole que, frecuentemente, no aparecen iluminados por los focos de la atención pública. El papel fundamental de un país que preside el Consejo de la UE es el de ser un mediador honesto que mantiene conversaciones en torno a diversas prioridades legislativas suyas y busca el consenso sobre temas relevantes de la agenda europea. Quisiera mencionar otros varios éxitos que realmente revisten importancia. Es pues ejemplo de tal tipo de éxito el logro de consenso en torno a la largamente debatida Directiva sobre los trabajadores desplazados, como también el  progreso hecho en la estructuración del mercado digital único. En este sentido, se han suscrito varios acuerdos importantes relativos a la protección de los datos personales, a la supresión del geobloqueo, la reducción de las tasas pagadas en concepto de itinerancia, algo que también abarcará a los países de los Balcanes Occidentales.

Según Ognyan Zlatev, la cumbre sobre la perspectiva europea de los Balcanes Occidentales, celebrada el pasado 17 de mayo, es otro logro cuyos beneficios se irán valorando en el futuro. El tema de la adhesión de esa región a la UE seguirá siendo de candente actualidad, puesto que tanto Austria como Rumanía, países ambos presidentes siguientes del Consejo de la UE, se han mostrado dispuestos a continuar la política de aproximación entre la UE y los Balcanes Occidentales. Es una señal de que no se trata únicamente de palabras la propuesta de la Comisión Europea de prever en el próximo marco financiero plurianual recursos más cuantiosos relacionados con la cooperación de la UE con los países vecinos, incluidos los países de los Balcanes.

El innegable progreso que Macedonia ha registrado en sus relaciones con Bulgaria y Grecia permitirá que a ese país se le  asigne una fecha para acometer negociaciones de adhesión a la OTAN y, en una perspectiva más lejana, Macedonia pueda hacer realidad otro sueño suyo: su incorporación de pleno derecho a la familia europea. El Tratado de Buena Vecindad con Bulgaria y la solución del contencioso nominal con Grecia han dejado zanjados dos problemas cruciales para Macedonia  que han estado entorpeciendo el desarrollo de ésta durante casi tres decenios.

Versión en español por Mijail Mijailov