Hace ya un cuarto de siglo que Bulgaria hace historia en la Antártida, y hoy, 13 de diciembre, la 26ª expedición búlgara al continente helado empezará a escribir una nueva página de esta historia, ya que los exploradores antárticos nacionales parten hacia aquellas tierras. En realidad, el primer grupo de científicos llegó a la base búlgara San Clemente de Ojrid, en la isla Livingstone, el 1º de diciembre después de un viaje largo y peligroso a causa de las difíciles condiciones del hielo. Su tarea principal es preparar la base que estuvo cerrada hasta ahora para el invierno y se puede esperar cualquier cosa, dice el Prof. Jristo Pimpirev, presidente del Instituto Antártico Búlgaro, quien parte con el segundo grupo de científicos de la expedición.

También durante esta nueva temporada los exploradores polares búlgaros enfrentarán numerosos desafíos: tienen que construir un garaje para el vehículo de alta movilidad Manitou que tienen desde el año pasado; además, deberán equipar con paneles solares los tejados de todos los edificios de la base para minimizar el consumo de combustible. La expedición también tiene que finalizar un proyecto conjunto con Mongolia que consiste en instalar en la Antártida un monumento al alfabeto cirílico. En el monumento están empotradas ampollas con tierra búlgara. Además, la escultura llevará grabadas las imágenes de los santos hermanos Cirilo y Metodio, creadores de la escritura eslava. El Prof. Jristo Pimpirev aporta más detalles sobre el proyecto:

Las piezas del monumento ya viajan a bordo de un buque español, y esperamos que lleguen a la base búlgara a mediados de febrero, lo que permitirá que las obras de construcción y montaje empiecen. El trabajo debe ser muy preciso, con un impacto mínimo en el medio ambiente. El monumento se sujetará a la roca tan sólo con tres tornillos. Para este propósito habrá que limpiarla de vegetación, incluidos líquenes y briófitas que puedan dañarse. No es una tarea fácil ya que cualquier actividad de construcción en la Antártida debe cumplir requisitos ambientales estrictos.

Los investigadores búlgaros se mantienen fieles a la causa antártica incluso cuando abandonan el continente helado. Hasta la fecha se ha publicado una quincena de libros que reúnen las investigaciones científicas y las impresiones de los exploradores polares nacionales. Después de la primera expedición, en 1993, el Prof. Jristo Pimpirev y el profesor asociado Borislav Kamenov publicaron el libro Aproximación a la Antártida; los dos científicos fueron los primeros geólogos búlgaros en realizar investigaciones en el desierto helado. La escritora búlgara Isabela Shópova escribió el libro Al sur de la razón después de una estadía de un mes en la base.



A inicios de noviembre tuvo lugar el estreno del almanaque Terra Australis Incognita compilado por Guergana Lápteva y consultado por el Prof. Jristo Pimpirev y el Dr. Lyubomir Ivanov. El volumen recopila la mayoría de los mapas geográficos del continente conocidos hasta el momento desde la Antigüedad, haciendo un seguimiento de su desarrollo a lo largo de los siglos. Otro libro del Prof. Jristo Pimpirev, titulado La Antártida, el frío sur, fue presentado el 4 de diciembre en el Aula Magna de la Universidad de Sofía San Clemente de Ojrid.

Es una edición bilingüe búlgaro–inglésa de lujo dedicada a los 25 años de presencia búlgara en el continente helado –explica el autor– . Recoge las mejores fotos de nuestros fotógrafos polares, están descritas la flora y la fauna, toda la naturaleza de la Antártida, se hace resumen de todas las expediciones anteriores. Es el libro más reciente sobre la Antártida que permitirá a los lectores conocer los logros de Bulgaria en el continente del hielo eterno en el transcurso de un cuarto de siglo.

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo