Después de 5 meses de intensos estudios, los arqueólogos del equipo del catedrático Vasil Nikolov ya están convencidos de que están excavando los restos no sólo del primer centro de obtención de sal de Europa, sino también el primer centro urbano prehistórico que marca los principios de la civilización contemporánea. El Conjunto Prehistórico La Salina de Provadia se encuentra en las inmediaciones de la actual ciudad del mismo nombre. Los restos se remontan a los años 5500 a 4250 a. C.
El hallazgo abarca un centro de obtención de sal con un santuario y un poblado que, sobre el año 4700 a. C., fue rodeado de una muralla fortificada, así como un centro de producción de cerámica de tipo desconocido hasta el momento. El surgimiento y el desarrollo del conjunto están directamente relacionados con el mayor y único yacimiento de sal de piedra de la época prehistórica en los Balcanes Orientales que existe en el mismo lugar. Los científicos sitúan el poblado y la salina de Provadia al lado de los centros prehistóricos de mayor importancia en el Sureste de Europa. Sobre un área de 30 hectáreas, los arqueólogos han descubierto toneladas de restos de recipientes de cerámica que sirvieron en el remoto pasado para hervir el agua salada de las manantiales adyacentes. Se desconoce de momento dónde se encontraba el centro en el que se producía tan enorme número de recipientes de cerámica, aún más que en aquella época la gente no había descubierto todavía la rueda alfarera y ahora se han descubierto restos de recipientes de un diámetro y altura de 70 centímetros.
Esto habla de una producción multifacética en el marco de este conjunto urbano e infunde razones a los científicos de creer que han dado con el lugar en el que surge la primera producción especializada en el marco de una economía agropecuaria en el V milenio a. C., dice el catedrático Vasil Nikolov, y continúa:
El centro de obtención de sal cerca de Provadia es el más antiguo de Europa. Sus principios se remontan al año 5500 a. C. Todo indica que existió y funcionó hasta aproximadamente el año 4250 a. C. En aquel entonces las tierras búlgaras se encontraban en el centro de la civilización europea. Una de las razones para ello eran, con toda seguridad, los manantiales de agua salada que llegaron a convertirse en un centro para la producción de sal. Hoy para nuestros contemporáneos la sal no reviste gran importancia e incluso frecuentemente se le acusa de ser dañina, pero no es así del todo. Sin la sal de cocina la vida del ser humano hubiera sido imposible, como lo es también para el mundo animal. Sin embargo, para los agricultores y ganaderos de la remota antigüedad la obtención de sal era un problema enorme. A mediados del VI milenio, la población de Europa fue aumentando y ese problema se fue agudizando. Un grupo de personas de los territorios meridionales de Bulgaria cruzaron la Cordillera de los Balcanes y llegaron a asentarse en las inmediaciones de los manantiales salinos cerca de Provadia.
No hay otro yacimiento similar en el enorme territorio que se extiende desde los Cárpatos hasta el Mar Egeo. Los viejos pobladores de la zona cercana a los manantiales de los que brotaba agua salada se habían trasladado allí especialmente para obtener sal. Al comienzo evaporaban la sal de las fuentes salinas. Esta tecnología fue la primera en su género en Europa y evidentemente fue descubierta por los primeros moradores de esa zona. Para tal fin, ellos utilizaban recipientes de barro que colocaban en hornos. Hemos estudiado una morada de este tipo, construida en el año 5500 a. C. En un horno de este tipo se producían más de 25 kilos de sal seca en una hornada. Unos 300 años después, con el aumento de las necesidades de sal, los habitantes locales inventaron una instalación de tipo nuevo, trasladando la producción al mismo pie de los manantiales. Se trata de unas instalaciones ovaladas, cavadas en la tierra, que semejan pasillos estrechos. Allí se colocaban colgados los recipientes de barro, llenos de una solución acuosa salada. Debajo de los recipientes ardía constantemente un fuego. De ese modo, según la dimensión de la instalación, se podían obtener unos 200 kilogramos de sal en un turno de carga de los recipientes. La tecnología fue perfeccionándose incesatemente hasta el momento en que la sal obtenida se cocía en hornos hasta convertirse en un cuerpo sólido. Esos lingotes, por así decirlo, representaban el dinero originario, que se trocaba por bienes de consumo y servicios en toda Europa. Podemos afirmar con toda seguridad que la salina en las afueras de la actual ciudad de Provadia puede ser considerada como la primera Casa de la Moneda en Europa.
Sin embargo, la prosperidad de los emprendedores habitantes de los tiempos prehistóricos no quedó desapercibida. Su asentamiento se volvió así blanco de numerosas incursiones enemigas, algo que trajo la necesidad de construir una sólida pétrea muralla, con la cual Provadia fue asimismo pionera en la construcción de edificaciones defensivas. El catedrático Nikolov agrega:
La primera fortificación de piedra se construyó ahí en el año 4700 a. C., aproximadamente. Representa una muralla de 1,2 metros de ancho, la cual, lamentablemente, fue arrasada, por dos terremotos sucesivos. En su lugar fue construida una muralla extraordinariamente maciza de 6 metros de ancho. Lo sorprendente en las obras es que se hicieran empleando los principios de la construcción del futuro. Esto nos hace arribar a la conclusión de que precisamente allá se gestaron los principios de la construcción de fortalezas. La muralla tenía una altura de 5 a 6 metros y su robustez indica que los moradores del asentamiento eran acaudalados y tenían riquezas que procuraban proteger con esta instalación y que, además, tenían con qué pagar las obras de construcción.
Moraban en aquel asentamiento casi medio millar de habitantes que tenían casas de dos pisos. Se dedicaban exclusivamente a la producción y comercialización de la sala que obtenían en un proceso muy trabajoso. No obstante, era gracias a la sal como podían contratar a constructores de fuera.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo personal
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