Por cuarto año consecutivo en Bulgaria se desarrolla la campaña “Recorre un kilómetro en sus zapatos” en que hombres llevan zapatos femeninos de tacones altos con el fin de atraer la atención pública sobre el problema de la violencia contra mujeres. Este año los caballeros pasearon por una de las calles céntricas de la capital, Vitosha, llevando una consigna contra la violencia doméstica y sexual. Tal vez a causa de la fuerte lluvia la marcha no tenía carácter competitivo, a diferencia de los años pasados y era un amistoso paseo.

Mónica Pisankaneva, presidenta de la fundación Centro de Recursos Bilitis y una de los organizadores del acontecimiento, contó cuáles son los objetivos de esta marcha divertida a primera vista.

La marcha alza la voz de alarma y atrae nuestra atención hacia el problema, lo cual es una premisa para organizar debates en otros medios que redunden en enmiendas legislativas o, al menos, al hecho de que las instituciones trabajen de modo más eficiente para prevenir y dar asilo a las víctimas. El acontecimiento de hecho ayuda a las mujeres a que se sientan más valientes y comiencen a hablar del problema. Una de cada cuatro mujeres en Bulgaria es víctima de violencia doméstica pero son muy pocas las víctimas que hablan del problema y que buscan protección. “La Ley de protección de violencia doméstica prevé una serie de medidas si la mujer presenta una queja en el Tribunal. Es probable que el Tribunal dictamine que el transgresor abandone la casa y la mujer puede ser trasladada a un asilo. Hace falta que la víctima dé los pasos necesarios.

Mónica Pisankaneva comentó también de qué tienen miedo las mujeres y qué es lo que les frena a buscar ayuda.

La violencia doméstica provoca vergüenza y miedo, y las damas que son víctimas de violencia con frecuencia son económicamente dependientes de sus parejas y no tienen la libertad de separarse de ellas. Para ellas es mucho más difícil que para las mujeres que se mantienen solas. Las normas tradicionales que obligan a la mujer que respete la voluntad del hombre como cabeza de la familia en gran medida son una premisa para una desigualdad interna que propicia la violencia. Y no es así solo en las familias heterosexuales.

Stoyan Mijailov no se asustó de la lluvia y recorrió un kilómetro llevando tacones altos. He aquí lo que cuenta él sobre el problema de la violencia y la marcha. 

Nos divertimos pero durante todo el tiempo pensaba que los tacones altos fueron inventados por el Santo Oficio. Lo que hacen las damas caminando en tacones altos equivale a un heroísmo sobre todo si se trata de largas distancias. Mucha gente debe darse cuenta de que las mujeres son seres humanos y que tienen punto de vista propio que es diferente al de los hombres. Debemos respaldarnos mutuamente.

Cristian Braikov del Centro Nacional de Internet Segura aconsejó cuáles son las medidas que hace falta adoptar en caso de violencia en la red.

En caso de acosos en la red es importante trabajar no solo con la víctima, sino también con el autor porque muchas veces es posible que éste haya sobrevivido traumas que le hayan inducido al discurso del odio. El desarrollo de Internet es más rápido que el de los marcos legislativos. Y no es así solo en Bulgaria. En nuestro país se trabaja cada vez sobre el tema. A nivel internacional y estatal es difícil acostumbrarse al ritmo de Internet, ya que éste no deja de cambiar. 

Cristian participó en la marcha y recorrió un kilómetro con zapatos femeninos.

Es difícil llevar los zapatos de una mujer, ya que ocupar el puesto del otro requiere fuerza espiritual y un determinado objetivo. No es fácil pero es bueno, ya que así la visión se hace más amplia.

La marcha produjo emociones positivas y sonrisas en los hombres, pero también fue causa de algunos tobillos descoyuntados. Cada uno de los caballeros estuvo de acuerdo de que no es fácil llevar los zapatos de ella. Los participantes esperan que su voz se oiga y que el Estado y la gente presten más atención al asunto. En comparación con años anteriores, la iniciativa goza de un interés cada vez mayor por parte de fundaciones de protección de derechos y otras entes, pero lamentablemente por la lluvia este año los participantes eran mucho menos. Nos hace falta mucho tiempo y muchos esfuerzos para poder llevar de verdad los zapatos que lleva ella.

Versión al español de Hristina Taseva
Fotos: Luisa Lazarova