La exposición ofrece un panorama amplio de imágenes artísticas del Apóstol y, al mismo tiempo, nos permite familiarizarnos con las obras de artistas búlgaros de varias generaciones y diferentes sistemas políticos, emocionados todos ellos por su personalidad y la obra que dejó a través de la creación de los comités revolucionarios secretos en las tierras búlgaras, señala Jeannette Miteva, curadora de la muestra. El artista del pincel más notorio, cuyos lienzos están expuestos en la galería, es Marin Gueorguiev Ustaguenov, nacido en 1872 en Ruse. Fue uno de los primeros pintores nacionales que se había graduado por la entonces recientemente creada Escuela de Dibujo. El participante más joven en la exposición, quien exhibe una escultura, es alumno del Liceo de Artes Plásticas de Plovdiv “Tsanko Lavrenov”. Se trata de Lazar Mitev, nacido en 1996.

Representa el aspecto central de la muestra la obra del académico Dechko Uzunov ”Collar de la inmortalidad”, del año 1973. Entre el resto de autores descuella también el nombre del pintor ya citado Ustaguenov, quien dedicó gran parte de sus obras a la época anterior a la Liberación y a la personalidad de Vasil Levski. Su lienzo “Creación de un comité revolucionario secreto en la región de Sofía” se exhibe por vez primera ante el público. Se exhiben también obras de pintores modernos. Figuran entre éstos el Prof. Plamen Valchev, catedrático en la Academia Nacional de Artes Plásticas y Vasil Goranov, nombre familiar en los medios culturales de Europa. Ha pintado un retrato de Vasil Levski también el pintor joven Rosen Raychev quien desde hace años reside y trabaja en los EE.UU. Su cuadro fue obsequiado en 2010 a la Presidencia de la República de Bulgaria y en esta exposición podrá ser vista por primera vez por un mayor número de personas.

¿Hasta qué punto la imagen del Apóstol se encuentra en consonancia con su época y el arte?

La visión personal del artista y la percepción de la personalidad de Levski y su época fueron primordiales para los primeros pintores, cuando la ciencia histórica no estaba tan desarrollada y no se disponía de un gran número de elaboraciones y descubrimientos. Esto le sucede, por ejemplo, a Ustaguenov, quien pinta sus obras bajo la influencia viva de los contemporáneos y correligionarios de Levski. Posteriormente, fueron apareciendo nuevos testimonios, literatura histórica y estudios abundantes. Tengo la impresión de que todos los artistas, independientemente de la generación a que pertenecían, estudiaban detenidamente en el siglo XX la narrativa, la literatura científica y las memorias existentes. Al mismo tiempo, las siete fotografías conservadas de Vasil Levski ofrecen oportunidades para una interpretación artística. Desde luego, cada artista desarrolla la imagen del Apóstol movido por su propia visión y estilo característico pero en todos los casos lo que se procura lograr es una similitud física. Unos recrean a Levski en retratos oficiales, otros, en el momento de crear un comité revolucionario secreto, algo que resulta ser un tema predilecto de gran número de los pintores búlgaros. Otra parte de las obras recrean escenas de la vida cotidiana de los búlgaros de antaño, personajes típicos, vistas de Sofía. Por ejemplo, en uno de los cuadros se puede observar la iglesia Santa Sofía, en ruinas, tal y como la habría visto Levski en su camino hacia la horca porque por ahí había cruzado el carro que lo condujo al cadalso.

Jeanette Miteva dice, además: Hay en la muestra un área especial con dibujos hechos por Hristo Neykov, de dos libros para niños sobre Vasil Levski. Uno es el titulado “El Apóstol en un duro trance”, basado en un conocido cuento de Iván Vazov, y el otro lleva el nombre de “Yo soy Levski”, del escritor Serafim Severniak. Estos libros han sido leídos por miles de niños búlgaros pero es ahora cuando mostramos, por vez primera, las ilustraciones originales que traen. Se encuentran mostradas en un escaparate al lado de los primeros dibujos que el pintor Iván Mrkvichka hiciera sobre el cuento “El Apóstol en un duro trance”.Esos dibujos fueron publicados en 1895 en la revista Arte. Representan un complemento a los que ha hecho Hristo Neykov en la época moderna. Hay también fotos originales de correligionarios de Levski como también dos fotos de éste. Es algo que el público puede ver raramente en su forma original ya que las fotos son guardadas en régimen de control especial y muy raras veces hasta los expertos historiadores tienen derecho a acceder a ellas. Hemos tenido la posibilidad de mostrarlas gracias a la colección privada de un compatriota nuestro Alexander Alexiev.

La exposición fue acompañada también por la miniatura teatral del director Asen Shopov, “El interrogatorio de Vasil Levski ante la comisión de investigación extraordinaria en Sofía”. Esta miniatura fue presentada por actores entre los cuadros y los documentos en los dos primeros fines de semana posteriores a la apertura de la muestra. Se encarnó en el papel del Apóstol el actor joven Veselin Plachkov a quien el año pasado los búlgaros pudimos ver interpretando el mismo papel en la cinta de Maxim Guenchev, “El Diácono Levski”.

Este espectáculo teatral recrea los interrogatorios de investigación judicial a los que fue sometido Levski en la alcaldía de Sofía. Posteriormente en aquel sitio se construyó el Palacio Real, en cuyo edificio se cobija hoy la Galería Nacional ”El Palacio”. En cierta forma, el espíritu de Apóstol sigue frecuentando incluso hoy en día estos espacios, concluye Jeannette Miteva.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES