La leyenda futbolística búlgara del pasado cercano, Trifon Ivanov, abandonó inesperadamente este mundo el 13 de febrero. Ivanov falleció a los 50 años de edad a causa de un infarto masivo. Su muerte conmocionó no solo a Bulgaria, sino a la comunidad futbolística mundial. Todo el mundo se hizo eco de su muerte y mayor atención le concedieron los medios informativos de Austria y España que califican a Trifon como una leyenda de los clubes locales Rapid Viena y Betis.

¿Quién era en realidad Trifon Ivanov? A juicio de la mayor parte de los expertos futbolísticos y colegas suyos de la alfombra verde, Trifon Ivanov, conocido también como Tunio, es uno de los más grandes defensas búlgaros de todos los tiempos. Nació el 27 de julio de 1965 en la aldea de Gorna Lipnitsa, en la región de Veliko Tarnovo. Trifon dio sus primeros pinitos en el gran futbol en el club Etar, cuando tenía 18 años de edad. Después de varias exitosas temporadas en este importante club local, Trifon vistió el equipo del equipo del CSKA, el más prestigioso del país y con rapidez se convirtió en favorito del público rojo.

En el CSKA, Trifon se convirtió en parte del equipo más fuerte de los rojos, en cuyas filas descuellan los nombres de Hristo Stoichkov, Emil Kostadinov y Liuboslav Penev, alcanzando las semifinales por la Copa de las Copas Nacionales en 1989. Después de la caída del régimen comunista, Trifon es uno de los futbolistas búlgaros cuya carrera siguió desarrollándose en clubes de Europa Occidental. Se sumó al Real Betis, de Sevilla, donde rápidamente se convirtió en figura central y posteriormente le fue entregada la cinta de capitán. La gran carrera deportiva de Trifon trascurrió también en los equipos del Rapid Viena, el Austria Viena, el Favoritner Athletic y el Xamax, de Suiza.

Ivanov es tres veces campeón de Bulgaria con el equipo del CSKA y una vez se alzó con la copa de campeones con el Etar. En 1996 se convirtió en campeón de Austria con el club futbolístico Rapid y participó en las finales de la Recopa de Europa de la UEFA contra el PSG. A finales del mismo año fue elegido futbolista número uno de Bulgaria. Además, es portador de la copa y de la supercopa de Bulgaria con el CSKA. La carrera futbolística de Trifon hubiera sido aún más exitosa pero, en 1993, el entonces presidente del Betis español no permitió su transferencia al Barcelona. La leyenda holandesa y entonces entrenador del Barça, Yohan Cruyff, quiso convertir a Ivanov en el pilar de la defensa de la selección después de las frecuentes lesiones de otro afamado defensa, Ronald Koeman, pero, lamentablemente, la transferencia no fue firmada. 

La defensa de hierro, como solían llamar a Trifon, era una parte insustituible de la generación futbolística de Bulgaria de los años 90 del siglo pasado. Durante el inolvidable verano futbolístico de 1994, cuando Bulgaria alcanzó la cumbre de toda su historia futbolística y ganó las medallas de bronce en el foro mundial, Trifon era uno de los más importantes jugadores y un obstáculo insuperable para grandes delanteros como Gabriel Batistuta, de Argentina, Jürgen Klinsmann y Rudi Völler, de Alemania. Sus abnegadas actuaciones en los cuartos de final contra Alemania neutralizaron por completo el ataque estelar de la selección alemana y estuvieron en la base de la clasificación del país entre las mejores cuatro selecciones del planeta. 

No solo el temible aspecto de Trifon, sino su juego de todo corazón predeterminaron sus múltiples éxitos futbolísticos. Su gol más famoso con el equipo de la selección nacional fue en el partido contra Gales en Cardiff durante la clasificación europea de 1994, cuando Trifon trajo la victoria a Bulgaria con una impresionante volea de 30 metros. El gol más importante de Trifon, sin embargo, vino algunos años después, el 10 de septiembre de 1997 en la clasificación mundial de Rusia en el estadio de Vasil Levski cuando Trifon clasificó al país en las finales mundiales en Francia en 1998, que fue la última participación de Bulgaria en un campeonato mundial hasta hoy en día.

Fuera del terreno, los amigos de Trifon de la generación de oro lo califican como una persona cordial, sonriente y de gran sentido del humor. Después del término de su carrera como deportista activo, Trifon Ivanov casi no estuvo presente en el foco de la atención pública, a diferencia de la mayor parte de sus colegas que ocuparon cargos en la nueva directiva del futbol búlgaro. En los últimos años, Trifon era presidente del Consejo Regional de la Unión Futbolística Búlgara en Veliko Tarnovo y trabajaba arduamente sobre el desarrollo del futbol en esta parte del país. 

Bulgaria se despedirá con el gran Trifon Ivanov el 17 de febrero en el Palacio de Cultura y Deporte en Veliko Tarnovo.

¡Que en paz descanse!

Versión en español por Hristina Taseva