El primer museo virtual de arte circense búlgaro ha abierto sus puertas y está listo para descubrir al mundo los secretos de este arte tan apreciado. Detrás de esta idea se encuentra el popular presentador televisivo Dragomir Draganov, para quien el circo siempre ha sido algo muy querido. Precisamente el amor y las emociones positivas sientan las bases de este proyecto único en Bulgaria. El mismo Dragomir cuenta qué representa esta exposición y qué planea para el futuro:

“Bgcircus.com es una exposición virtual, un museo del arte circense búlgaro en su etapa inicial, que creo que irá creciendo. Este museo es una demostración de mi amor por este maravilloso arte. Desde niño estoy enamorado del circo, desde niño colecciono programas de casi todas las actuaciones del Circo Nacional de Sofía a las que he acudido. Tengo más de mil carteles, más de dos mil folletos, cientos de fotografías, y todo este material será escaneado y expuesto en nuestra página web, añadiendo además diversas historias y recuerdos. El museo vivirá mientras viva el circo búlgaro, y mientras tanto se irá enriqueciendo su colección. En el futuro se populizará el arte circense, no sólo en Bulgaria, sino en todo el mundo. Preveo un buen futuro para esta exposición: creo que va a crecer y evolucionar cada día y cada año que pase, mientras yo esté ahí y mientras la dejo como legado a otro chico profundamente enamorado de este arte”..

Las fotografías y carteles están expuestos en la web por orden alfabético, y reflejan los casi 120 años de historia del circo búlgaro. Draganov tiene la intención de convertir el museo virtual en un portal de información para todos los artistas circenses del mundo.

La inauguración oficial del museo en la sala Sredets del Ministerio de Cultura fue impresionante y se llenó en cuestión de minutos de jóvenes y mayores, cada uno de los cuales glorificaba a Bulgaria con su talento: actores de circo, acróbatas y magos. Compañeros de pista, que no se habían visto en años, recordaron viejos tiempos entre sonrisas y emoción.

A principios de los años 80 la prensa mundial habló de la escuela circense búlgara como la número uno del mundo pero, lamentablemente, hoy en día este arte se ha descuidado en Bulgaria. La actitud desapasionada hacia el circo lo acaba arruinando, cuando debería ser una parte importante de la vida cultural. Gracias a personas como Dragomir, sin embargo, este arte nunca decaerá y el museo virtual es un paso adelante hacia un nuevo florecimiento del circo.

¿Qué ha despertado en él este amor?

“El circo es el mejor recuerdo de mi infancia. Cuando lo recuerdo vuelvo a ser un niño y me siento increíblemente limpio. Contemplando mi colección, día a día, me traslado a otro mundo, el mundo de las emociones puras e inocentes de los niños. Esto me lleva a vivir tranquilo y feliz”.

Ilia Dimitrov, un acróbata circense de 1963, fue el invitado de honor en la inauguración del museo. El artista ha actuado durante muchos años en uno de los circos más grandes de EEUU, el circo Ringling. Dimitrov habla de sus recuerdos del circo y cuenta sus impresiones sobre el museo:

“Esta es una gran iniciativa. Sólo un hombre con un gran corazón y un gran amor por el circo puede hacer una colección como esta y contar a todo el mundo cómo se sentía en la pista. La pista es para todos, para los niños, para los abuelos, para la gente corriente, y Drago lo percibió. Cuando un artista contacta con el público, es un flirteo, una gran alegría que no se puede describir. Las luces, la música, todo el ambiente que hay en el circo, Drago lo siente”..

El museo virtual se puede ver en Bgcircus.com