Bulgaria afrontará un problema social si Grecia y sus acreedores no logran un acuerdo. Este ha sido el comentario a Radio Bulgaria del macroeconomista, Georgi Ganev. En el caso de un eventual guión negro, el analista prevé que disminuirá considerablemente la ocupación de nuestro país vecino del sur y gran número de ciudadanos búlgaros residentes allí perderán su empleo.

Si las negociaciones en Bruselas entre la delegación griega y los acreedores no redundan en un acuerdo, el país puede verse en la condición de no poder pagar su deuda externa. A finales de la semana pasada, Grecia tenía que realizar un pago al FMI pero no lo hizo. Según una declaración ante la Reuters del ministro heleno de Economía, Georgios Statakis, la demora se hace para aunar la transferencia de cuatro pagos que se deben realizar a finales de junio por un valor total de 1,6 mil millones de euros. Muchos analistas, sin embargo, hablan del peligro de que Grecia no pueda pagar su deuda externa.

El dinamismo positivo de la economía griega del año pasado a consecuencia de las reformas realizadas en el presupuesto y en determinados ámbitos económicos comenzó a surtir resultados palpables pero, con la victoria electoral de SIRIZA de principios del año, las reformas fueron interrumpidas. Aunque formalmente, Grecia debate con los acreedores la cuantía del IVA, la ejecución del presupuesto y el déficit de este, las causas reales son políticas y radican en la imposibilidad del partido gobernante de cumplir sus promesas electorales.

A juicio de Ganev, si no se logra un acuerdo entre Grecia y la UE, hay dos guiones: el país se declara en default y abandonará la Zona del euro o se declarará en default y permanecerá en la Eurozona. La primera variante presagia una crisis bancaria, desvaloración de la nueva moneda y descenso drástico de la capacidad adquisitiva y los ahorros, así como un golpe sobre la navegación marítima que está en relación muy estrecha con la propiedad de los bancos.

Si se declaran en default sin abandonar el euro, sería un guión curioso porque según las publicaciones tres cuartas partes de los griegos desean que el euro se conserve. Entonces Grecia se verá abocada a la variante de no poder imprimir dinero, por lo cual, no podrá pagar salarios y pensiones durante algunos meses.

El precio político de una situación de esta índole puede ser la dimisión del Gabinete y elecciones parlamentarias anticipadas. Bulgaria vivió un default durante el primer Gabinete de Andrey Lukanov (febrero-septiembre de 1990). Lukanov ganó las siguientes elecciones parlamentarias pero Bulgaria quedó aislada hasta 1994 cuando acordó sus relaciones con los acreedores.

A juicio de Ganev, no obstante el desarrollo de la crisis en Grecia, no hay grandes recelos en lo que a los bancos griegos en Bulgaria se refiere. 

Desde hace algunos años a esta parte, los bancos griegos en este país están sometidos a una observación más rigurosa que los búlgaros. Por esto, su exposición en estos momentos es muy restringida. Si las centrales de los bancos griegos en Bulgaria tienen dificultades con la liquidez, probablemente, venderán las sucursales. Muchos bancos búlgaros han pasado por una reestructuración de este tipo. Después de los tres años en que, tanto Bulgaria como la UE se dieron cuenta del peligro financiero que corre Grecia, ya existen parachoques y no deberían producirse graves problemas. 

Ganev no espera que haya graves problemas con la exportación de mercancías búlgaras a Grecia y comenta que la coyuntura en Grecia es bastante mala en los últimos 4 años.

“Los problemas para Grecia comenzaron en 2011. Sin embargo, las exportaciones búlgaras no disminuyeron considerablemente y se observa aumento respecto a 2010, pero como el registrado respecto a otros mercados externos en este periodo. Si Grecia abandona la Zona del euro y comienza a operar con moneda propia menos fuerte, en el marco de 1 a 2 años, las exportaciones búlgaras a ese país se reducirán y las importaciones crecerán. Esto estimulará el consumo, ya que el aceite de oliva y las aceitunas se abaratarán por cierto tiempo”.

Hace falta adoptar reformas en la economía de Grecia, ya que si esto no se hace, el país seguirá empobreciendo. Es cuestión de una decisión política si estas reformas serán adoptadas por el Gabinete actual o por el próximo.