¿Recuerdan el jubiloso grito del Pájaro Loco (Woody Woodpecker) con que tanto disfrutaron los niños desde los años 30 hasta los 70 del siglo pasado y también después, hasta hoy? El prototipo del simpático Loquillo de los dibujos animados es  el carpintero americano gigante, desaparecido tiempo ha  debido a la tala de los bosques tropicales. En nuestros días en el mundo existen unas 400 especies de pájaros carpinteros de menor tamaño. Europa no está muy agraciada en lo que a la presencia de este pájaro se refiere. En el Viejo Continente se dan solo diez especies de esta ave, que estamos habituados a escuchar desde la niñez cómo taladra los troncos de los árboles. Bulgaria es uno de los pocos países en que se pueden ver todas las diez especies, pero, ¿acaso notamos su presencia? ¿Cuidamos de ella? ¿Para qué la necesitamos? Precisamente sobre estos puntos pretende atraer la atención la Fundación Búlgara de Biodiversidad, que ha declarado el 2014 Año del Pájaro Carpintero.

¿Por qué precisamente del pájaro carpintero?

Porque estos “sanitarios” de los bosques cuidan, infatigables, del buen estado de salud de los árboles alimentándose con los insectos dañinos que habitan su corteza. Y también porque algunas especies del pájaro carpintero son indicio de la existencia de bosques seculares que se formaron y crecieron sin intervención humana, responde Stefan Avramov, presidente de la Fundación Búlgara de Biodiversidad. La presencia de tres de las especies más raras de pájaro carpintero: el pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos), el pico tridáctilo euroasiático (Picoides tridactylus) y el picamaderos negro (Dryocopus martius) es indicio seguro de que estamos en un bosque secular bien conservado, de rica biodiversidad, asevera el ecólogo. Precisamente el bosque maduro, con muchos árboles caídos y muertos, es un bosque natural, agrega. En él encuentran cobijo miles de especies animales y vegetales, y hongos: muchos más que en un bosque joven. Estas tres especies de pájaro carpintero necesitan árboles gruesos, seculares, para excavar su nido en ellos. Por eso los asumimos como indicador de si un bosque es secular o es aún joven y necesita crecer cien años más para desarrollar y desenvolver todo el abanico de la diversidad biológica. Estas especies son denominadas con el vocablo inglés “umbrella”, es decir paraguas, porque, si cuidamos de ellos, protegerán cual un paraguas miles de otras especies biológicas. Ha sido científicamente comprobado que en los habitáculos del pájaro carpintero de tres dedos llamado también pico tridáctilo se dan muchos escarabajos raros y otros invertebrados”.

¿Dónde se pueden ver estos pájaros en Bulgaria?

“Están concentrados en pequeñas “islas” de bosques seculares, situadas en los parques nacionales Rila, Pirin y Balcán Central, pero hay también algunos habitáculos en otros territorios, explica el ecologista. Contamos con que podamos conservar los pocos bosques seculares que quedan fuera de los territorios protegidos. En estos momentos estamos cartografiando la difusión de los pájaros carpinteros en todo el país. El siguiente paso será identificar los habitáculos más importantes de los pájaros carpinteros raros y los bosques seculares asociados a estos habitáculos, para protegerlos de la tala prohibiéndola en absoluto. Se trata de un porcentaje mínimo de los territorios boscosos nacionales”.

La presencia en Bulgaria de todas las diez especies de pájaro carpintero que se dan en Europa es un indicio reconfortante del buen estado de salud y de la  riqueza de la naturaleza búlgara.

“El pico tridáctilo euroasiático es una especie nórdica, característica de los bosques de coníferas, y su presencia es rara en zonas meridionales, destaca el ecólogo. Por otro lado existen otras especies, típicamente meridionales, que han sido registradas en Bulgaria pero que no se pueden ver en los países nórdicos. Deberíamos alegrarnos de tener esta diversidad natural, que es a la vez un importante desafío porque nos obliga a preservar a todas estas aves y sus habitáculos”.

“Incluso ahora, al mirar por la ventana, veo un árbol en el que un pájaro carpintero ha dejado dos orificios", dice Stefan Avramov. Estos infatigables sanitarios arbóreos están por doquier. Basta con echar una mirada a nuestro alrededor y aguzar el oído  para oír su sano taladrar. Ojalá lo escuchemos por mucho tiempo más.

Versión en español de Raina Petkova