El reconocimiento de la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y el envío de tropas rusas de “pacificación” vuleven a abocar a Europa a una prueba. El grueso de la comunidad internacional, Bulgaria incluida, ha calificado las acciones de Rusia de una “grosera violación del derecho internacional” y un “pretexto para una guerra". No se han hecho esperar tampoco las resoluciones de sanciones contra el Estado ruso y las repúblicas separatistas.
En este contexto de los acontecimientos, las consecuencias para Bulgaria se presentan a varios niveles. A juicio de Valeri Tódorov, corresponsal durante años de la Radio y la Televisión Nacionales de Bulgaria en Moscú y analista en política exterior, la situación en la región está cambiando cada hora que pasa. Por un lado se ve que las preocupaciones de una invasión rusa masiva no se han vuelto realidad, pero, por el otro, la evolución de la crisis sigue despertando una inquietud. “Está claro que la exacerbación de la tensión y el mantenimiento de una situación precaria en esas regiones tendrán una repercusión nefasta en el desarrollo económico y el día a día de sus habitantes”, destaca Valeri Tódorov y agrega:
“Nuestra preocupación está fundamentada, ya que en esas regiones reside una población étnica búlgara. Algunas de estas personas muestran simpatías hacia Rusia, otras se decantan por Ucrania, pero lo que es importante para nosotros es poderles garantizar seguridad para que sientan serenidad de cara a su futuro. Creo que Bulgaria ha de manejar un enfoque de mayor moderación. Por nuestros lazos históricos, los búlgaros tenemos una actitud igualmente favorable con respecto a Rusia y Ucrania, y sólo podemos lamentar que dos pueblos cercanos hayan llegado a ser parte de un conflicto tan grave. Cualquier instigación de una agresión, en cualquier sentido, resultará contraproducente “.
El reconocimiento de las dos repúblicas ha sido concebido por algunos analistas como un intento por frustrar un conflicto bélico de mayor envergadura, pero según Valeri Tódorov, la tensión allá sigue en rescoldos.
La reacción moderada de Bulgaria frente a la crisis de Ucrania es explicable, comenta el experto. La posición delicada se encuentra Bulgaria obedece a dos circunstancias de peso. Por un lado se trata de la política que se deriva de la colaboración de Bulgaria en el seno de la UE y la OTAN y con los EE.UU., y, por el otro, de la sociedad nacional y los recios ánimos positivos de los rusófilos en el país".
“Creo que al menos hasta el momento Bulgaria ha manejado el enfoque correcto de no comprometerse en hostilidades directas ni en actuaciones que podrían ser interpretadas como hostiles, independientemente de si se tratara de Ucrania o Rusia”, señala Valeri Tódorov, y añade:
“Rusia no es un país al que se pueda forzar a la paz por la fuerza, con Rusia hay que dialogar. Se trata de una gran potencia nuclear y no se pueden arreglar con un tono perentorio problemas relacionados con la seguridad. A Rusia se la ha de considerar un socio en pie de igualdad y tildarla de ”enemiga” no hace sino aportar complementariamente elementos que entorpecen el diálogo. La nueva posición de líder de este país obviamente está irritando a los EE.UU., país que ya se había acostumbrado a la paz unipolar. Van surgiendo nuevas potencias mundiales y esta circunstancia irá generando recelos cada vez más importantes pero esto hay que acogerlo con serenidad. Sobre este telón de fondo las negociaciones sobre la seguridad deben ser paritarias entre el Norte y el Sur, entre el Occidente y el Este”.
Al igual que en las mayoría de los casos en que se endurece el tono en el diálogo entre Rusia y Occidente, las conmociones se dejan sentir en la economía búlgara. Ya se ha suspendido la certificación del gasoducto Corriente del Norte 2 y las consecuencias de ellos erán palpables para pequeños países como Bulgaria, sumida en una crisis energética.
“Esperemos que con medidas de anticipación enérgicas el Gobierno búlgaro sabrá esquivar una parte de estas secuelas aunque yo no soy un optimista. Se desconoce todavía si la situación podrá desembocar en nuevas acciones excesivas”, destaca en conclusión Valeri Tódorov.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: EPA/BGNES, BNR
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